Fuentes de la formación naranja entienden que pactar un documento de reformas con el PP no tendría sentido porque «la aritmética no da», ya que juntos tan sólo suman 169 diputados, a siete de la mayoría absoluta que supone la investidura. Por tanto, cualquier negociación programática de este estilo queda para Ciudadanos aplazada en el tiempo hasta que haya primero un presidente y un Gobierno. Es decir, que no la abordarán hasta después de una hipotética investidura, y será en ese momento sobre leyes y reformas concretas.
Lo más a lo que está dispuesto a llegar hoy Ciudadanos es a sentarse en una mesa de negociación entre PP y PSOE, como un «mediador» para desatascar las conversaciones entre los dos, pero teniendo claro que su voto de investidura sigue siendo la abstención y su postura la de no pedir nada a cambio.
Ciudadanos se desentiende de este bloqueo porque –dice– él ya se ha movido del voto en contra a la abstención. Ahora le toca a los demás hacer algo parecido, y pone toda la presión en el PSOE y en sus 85 escaños. Por ello, visiblemente molesto por el resultado de la cita entre Rajoy y Sánchez, el líder de Ciudadanos urgió al líder socialista a sentarse a «negociar» cuanto antes con el candidato del PP una abstención que permita «desbloquear» la situación y poner en marcha la legislatura. Pues los votos socialistas sí serían decisivos para despejar el camino de Rajoy a la Presidencia.
Entretanto, en el partido naranja se es tajante a la hora de descartar un escenario en el que ellos se muevan al sí para arrastrar después al PSOE hacia la abstención.
Desde hace tiempo, Rivera viene ejerciendo presión al PSOE para sacarlo del «no es no», pero particularmente incisivo fue ayer, durante una intervención ante su grupo parlamentario –retransmitida en abierto–, que apenas llegaba unas horas después de la escenificación del bloqueo por parte de Rajoy y Sánchez en sala de prensa.
«Sánchez debería escuchar a González, Bono, Borrell, los barones territoriales y al sentido común, que dice que cuando uno no puede gobernar, lo que no puede es bloquear el país», reprochó Rivera, que exigió a Sánchez negociar ya. Y le recordó lo que sufrió él en la pasada legislatura. «No podemos hacer lo mismo que Iglesias y Rajoy. No puede pagar con la misma medicina a los líderes políticos que bloquearon este país», criticó con un tono de frustración.
El líder de Ciudadanos reconoció su «preocupación» y recriminó al PP y al PSOE su «cerrazón» y «egoísmo personal», así como una «falta de responsabilidad» en un momento en el que España «no tiene tiempo» para esperar a formar Gobierno y al que se le echan encima los plazos de Europa para abordar el déficit o el techo de gasto. En ese sentido, retó a ambos a decir «si son partidos de Estado o si miran sólo por las sillas».
Rivera advirtió a Sánchez de que «cada uno tiene que aceptar la realidad» y que ésta, para el PSOE, no es otra que acceder a «negociar» con el PP una abstención, por ser la única posibilidad que puede desatascar y evitar unas terceras elecciones. «Que pida lo que crea conveniente, pero no bloquear», insistió. «No se trata de hacerse amigos y gobernar juntos, sino de convivir» y poner en marcha la legislatura.
Asimismo, cargó las tintas contra Rajoy por mantener la incertidumbre sobre si se presentará o no a la investidura, algo que tiene muy enfadados a los representantes de Ciudadanos porque lo ven una irresponsabilidad. Para muestra, el llamamiento de Rivera, que le instó a dejar de «retorcer la Constitución» y fijar ya una fecha para el debate. Es la única exigencia, «que cumpla la Constitución», que planteará hoy durante el encuentro que ambos mantendrán a partir de las 9.30 horas. Porque de mesas de negociación no quiere ni hablar.