EL MUNDO 31/11/13
VICTORIA PREGO
Cuánta confusión y qué movimientos más inquietantes y desdichados están produciéndose en un momento tan inoportuno.
Acaba el Tribunal de Estrasburgo de asestar un golpe brutal a la democracia española en su batalla contra el terrorismo, y los socialistas de Tafalla y de Portugalete se ausentan de sendas votaciones en sus respectivos ayuntamientos para no condenar a dos etarras sanguinarios. En Tafalla se iba a declarar persona non grata a nada menos que Inés del Río y los concejales del PSOE, acompañados de los de Bildu, no asisten a la votación y justifican su postura con unos argumentos que dan vergüenza. Ayer hicieron lo propio los socialistas de Portugalete para no verse en la tesitura de declarar persona non grata al etarra Piriz, recién salido de la cárcel. Y lo más sangrante es que el secretario general del PSN asumió la responsabilidad de la iniciativa.
El Partido Socialista tendrá que explicar a las víctimas y a todos los demócratas esa actitud de protección de la reputación de los asesinos mientras no acude a la manifestación del pasado domingo bajo el pretexto de que hay que cumplir la sentencia del Tribunal. Hay que cumplirla, pero eso no obliga a herir aún más a la víctimas protegiendo el nombre de sus verdugos.
Otro tanto puede decirse del fiscal superior del País Vasco Juan Calparsoro, que anteayer fue a visitar a los presos de ETA de la vía Nanclares. Ya hizo unas declaraciones intolerables hace unos días que se podían equiparar a las de la concejal socialista de Tafalla. Dijo que resistía a llamar terrorista a Inés del Río porque ya había cumplido su pena: 26 años de los más de 3.000 a los que había sido condenada. Y ahora acude a la cárcel a escuchar los lamentos de unos terroristas que dicen que se han arrepentido, pero que todavía no han colaborado ni una sola vez con la Justicia para esclarecer los casos de los que pudieran tener información.
Éste es el momento más inadecuado y más inoportuno para escuchar este tipo de lamentos. Es una burla a las víctimas, especialmente en momentos como éste. Y no es aceptable de ninguna manera que el Ministerio Público tenga iniciativas como la de este fiscal. Los más grandes asesinos de la banda van a ir saliendo en libertad delante de la cara de las víctimas y lo único que puede hacer un fiscal en estos momentos es estar a su lado. No nos importan las quejas de los arrepentidos. No es el momento de escuchar sus reclamaciones de un trato social mejor que el que están recibiendo los etarras excarcelados. Es el colmo oír esta clase de petición.
Aquí se está cambiando el orden de los valores de una manera muy peligrosa y eso acabará dañando irremediablemente a esta sociedad. El gesto del Rey ayer es un consuelo. Gesto que deberían imitar otros representantes institucionales. El fiscal Calparsoro, por ejemplo.