Juan Carlos Girauta-El Debate
  • Usted mismo no es sostenible porque es mortal. Nada tangible, nada material, nada que pueda ser pesado, olido, oído, nada que responda a las leyes de la física (tampoco a las de la física cuántica) es sostenible. El Universo alcanzará el frío absoluto y todo se acabará

Colocada ante la falta de significado de una de sus palabras fetiche, el alma woke se sulfura. Deberá aprender esa alma que no todo puede exprimirse sin fin. La monda seca sobre la que hoy nos extendemos nos lo recuerda. Al mantener la triste verdad de SOSTENIBLE en un ambiente hostil, solo obtendremos mayor hostilidad. Parecería así que lo indicado es no hurgar, no recrearse en la orfandad del significante, en el vacío semántico al que nos abisma cada documento, cada proyecto, cada propuesta provista de la marca SOSTENIBLE cual código del hampa. ¡Todo lo contrario! Las personas de bien no ignorarán este imperativo categórico, este mandato implícito y superior: debemos educar a la juventud. No confundir con la instrucción, que es competencia pública.

Conociendo la ínsita oquedad conceptual de la señal SOSTENIBLE, así como su loca pretensión de sentido, no nos quedaremos de brazos cruzados cuando un joven, familiar o no, conocido o desconocido, pronuncie la falsa palabra como si estuviera aludiendo a algo, o invocando un rasgo capaz de afectar al (a lo) sustantivo. Por eso el glosario woke no puede ser solo un léxico comentado. El glosario woke es un arma de guerra política. En concreto, de guerra cultural, que es la forma en que felizmente se hace la gran guerra política en los países civilizados, es decir, en los de tradición cristiana. Interrumpa tranquilo el lector a quien de buena fe (generalmente será joven) pronuncie seguidas las letras ese, o, ese, te, e, ene, i, be, ele y e. Espétele: ¡eso no quiere decir nada!

Si el interlocutor es un pillo, lo echará a broma o le acusará de nazi, dada la ineficacia del insulto ‘facha’. Ignórele. Si el interlocutor es un inocente, edúquele. No desista. Mayéutico, pregúntele primero por el significado del adjetivo. Rezume afecto. Todo lo que le diga, que será poco, es refutable. Entre los numerosos argumentos que puede usted utilizar, le dejo uno de carácter definitivo, uno que cierra toda discusión: cualquier sentido que se le quisiera dar a la imposible palabra ‘sostenible’ resultará siempre ficticio por mor de la segunda ley de la termodinámica. Sin necesidad de explicar la entropía en sus términos, y una vez haya hecho saber a los circunstantes que la ciencia impide la sostenibilidad en el mundo real, proceda con ejemplos accesibles, como los que siguen:

Dentro de aproximadamente cinco mil millones de años se habrá extinguido el Sol. Mucho antes de que eso llegue, habrá desaparecido la vida de la faz de la Tierra. A aquellos que apuesten por microorganismos extremófilos, hágales ver que tan pintorescos seres, si resisten, no pagarán impuestos; por tanto, pueden olvidarse del problema in toto. Usted mismo no es sostenible porque es mortal. Nada tangible, nada material, nada que pueda ser pesado, olido, oído, nada que responda a las leyes de la física (tampoco a las de la física cuántica) es sostenible. El Universo alcanzará el frío absoluto y todo se acabará. Sostenible lo que tengo aquí colgado.