Advertencias

IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

Ayer conocimos el informe del FMI sobre la economía española. Dice muchas cosas y todas ellas interesantes. Una parte de los medios se fijaron en la llamada a «asegurar la sostenibilidad de las pensiones», una vez que la primera parte de la reforma de Escrivá es la indolora, pues son más los derechos que concede que los sacrificios que exige. Y claro, así se contenta a los ciudadanos pero se empeoran los desequilibrios. También pide que la política fiscal continúe con su apoyo a la economía en el corto plazo, pero que se elabore un plan de consolidación fiscal que reduzca la deuda pública. Ahí sí que nos duele. Y más que nos dolerá como se cumplan las advertencias de los bancos centrales sobre los tipos de interés y se tensionen las primas de riesgo en cuanto el BCE retire los generosos apoyos que otorga a las emisiones de deuda de países como el nuestro, con serios desequilibrios en sus cuentas públicas.

Según sus cálculos, un 0,5% de reducción anual del déficit estructural permitiría ‘acercarse’ al equilibrio en la ¡próxima década! ¿Será la UE tan generosa y admitirá plazos tan dilatados? No es seguro. En cualquier caso es muchísimo dinero, más de 6.000 millones al año. ¿De qué ministerio saldrá semejante montón de dinero?

Luego insistió en lo habitual. La economía española no recuperará los niveles anteriores a la pandemia hasta finales del presente ejercicio, cuando la mayoría de nuestros socios lo han hecho ya a finales del anterior, con una previsión de paro estancada en los niveles actuales. En la inflación, el FMI dijo que el año, en su conjunto, será peor que el 2021, con un segundo semestre bueno una vez se relajen las penurias energéticas que padecemos en la actualidad. Supongo que Kristalina Georgieva tiene teléfono directo con Vladimir Putin y conoce sus planes. Debería contárselos a Joe Biden, a ver si deja de asustarnos. Por último, tampoco le gustan los aspectos de la reforma laboral que disminuyen la flexibilidad de las empresas en sus relaciones laborales, como por ejemplo el tratamiento de la ultraactividad.

Otra parte de los medios se fijó más en la solicitud de un aumento de la presión fiscal. Pero antes de que se desaten las celebraciones de los devotos de la perogrullada esa de que ‘quien más tiene debe pagar más’, como si no fuera así desde tiempos inmemoriales, hay que seguir leyendo. El FMI habla de impuestos a las grandes empresas, medioambientales, el IVA… No necesito recordarles quienes seremos los destinatarios finales de semejante subida. En este sentido también conocimos el lugar que ocupa España en cuanto a la presión fiscal de las rentas más altas. Otro día hablamos de ello. Es muy curioso.