Llegaron los relatores de la ONU y con ellos viene a pasar lo mismo que con Susan Vance, la protagonista de ‘La fiera de mi niña’ cada vez que hablaba, que nunca se entenderá nada mientras ella lo explique todo, según explicaba su abogado. Los relatores de la ONU son, por otra parte, personajes de ficción muy del gusto de los nacionalistas. Desde que empezó el obsceno tejemaneje entre el chulo de La Moncloa y el fugitivo de Waterloo, este estaba empeñado en una negociación entre las partes en un país extranjero y con relatores internacionales para garantizar los acuerdos. Tienen clavado en el subconsciente el desfile de cascos azules de la ONU entre los países en conflicto: Cataluña y España, Euskadi y España y lo que venga detrás.
Y la ONU, esa cuadrilla de simpáticos inoperantes al decir de Mafalda, por más que el optimismo de la criatura de Quino yerre,-no son simpáticos-, ha dictaminado por vía de tres de sus relatores que el Gobierno español debe defender la memoria democrática contra las leyes de Concordia que el PP y Vox tratan de activar en las autonomías que gobiernan. Por lo visto, equiparar a las víctimas de uno y otro signo corre el riesgo de invisibilizar a las víctimas del franquismo, al impedir el reconocimiento a «las centenas de miles» de personas muertas en ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas cometidas durante el régimen de Franco. Para poner el broche adecuado a esta sandez deberían haberla rematado con otra estupidez que antes habían suscrito Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, por citar a dos indocumentados: que España es el segundo país del mundo en número de desaparecidos después de Camboya.
Falso. Después de Camboya y de China, y de Rusia y de Polonia y de Irak y de Ruanda, y del Congo, y de Uganda y de Colombia, etc. Estas tonterías tienen su origen en la cuantificación de Garzón que cifró los desaparecidos en 114.226 en su famoso auto de 17 de octubre de 2008, donde trataba como una fosa común el Fuerte de San Cristóbal, el famoso cementerio de las botellas. Y sin relatores, solo con género nacional.
Contaba The Guardian hace un mes (27 de marzo) que Naciones Unidas había colocado al frente de la Comisión para promover la igualdad de géneros y el empoderamiento de las mujeres en el mundo a Arabia Saudí. La ong U.N. Watch destacaba el hecho como una de las tres medallas de oro del absurdo que había ganado la ONU. Las otras dos fueron la presencia de China en el Consejo de Derechos Humanos y la de la República Islámica de Irán en la Comisión de Desarme.
Los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para los Derechos Humanos son: Cuba, Qatar, China, Sudan , Eritrea, Kueait, Argelia, Burundi, Somalia, Vietnam, Malasia, Kazajstán y Bangladesh. La relación de los árbitros hace más comprensible que la Asamblea General condenara a los países que a continuación se relacionan durante el año 2023, con el número de condenas durante el año: Corea del Norte, 1 vez; Venezuela, 0 veces; Birmania, 1; Líbano, 0; Pakistán, 0; Hamás, 0; Turquía, 0; Rusia, 2; China, 0; Qatar, 0; Arabia Saudí, 0; Siria, 1; Israel, 14.
Así las cosas, a nadie puede extrañarle que Josu Ternera, antaño jefe operativo de ETA, tuviera asiento en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Y sin relatores, aunque uno entiende que Sánchez ya no se pueda pasar sin ellos. ¡Lo explican todo tan bien!