ABC 12/07/16
· Se lo insinuó el viernes a algún presidente de los que le proponen que deje a Rajoy gobernar
La desconfianza de los presidentes autonómicos del PSOE hacia Pedro Sánchez es total porque piensan que está dispuesto a llevar el «no» a la investidura de Mariano Rajoy hasta el final con tal de salvar su liderazgo. Le ven incluso capaz de forzar otro intento de investidura suya fallida, apoyado en Ciudadanos y Podemos, aunque cuente con la oposición de destacados miembros de su equipo –Óscar López, Antonio Hernando y José Enrique Serrano–. Creen que el anuncio de que será «oposición», el sábado ante el Comité Federal, es meramente táctico y si Rajoy renuncia, lo intentará.
Según ha podido saber ABC, las alarmas de los críticos saltaron el viernes tras reunirse Sánchez, por separado, con Susana Díaz (Andalucía), Javier Lambán (Aragón), Javier Fernández (Asturias), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha). Alguno se quedó atónito al oírle sopesar, sin aparente preocupación, la posibilidad de ir a unas terceras elecciones.
«No es seguro» que le vaya mal al PSOE otra convocatoria electoral, vino a responderle Sánchez cuando ese presidente reflexionó que el partido se hundiría irremisiblemente después del batacazo del 26-J. Tanto ese barón como los otros, que no llegaron al enfrentamiento directo, salieron muy preocupados y lo comentaron entre sí, porque creen que el argumento de Sánchez revela que está absolutamente decidido a no facilitar la investidura de Rajoy con una abstención. Y en la mañana del sábado vieron aumentados sus temores al oír la nula autocrítica del líder por el resultado electoral, en el discurso que pronunció ante el Comité Federal. Creen que todo su afán ahora es sobrevivir al 39 Congreso y para ello necesita no aparecer ante los militantes como el secretario general que apoyó al PP.
Susana Díaz y la «pesadilla»
Y si eso incluye otro intento de investidura que ponga en marcha el «reloj de la democracia», en caso de que Rajoy decline otra vez aceptar el encargo del Rey por falta de apoyos, también. De hecho, los presidentes autonómicos socialistas no daban crédito el miércoles cuando escucharon a la presidenta de Baleares y fiel «sanchista», Francina Armengol, decir que Pedro Sánchez «debe» intentarlo. Lo dijo tras salir del despacho de este en Fe-
rraz, e inmediatamente se vio secundada por el siguiente en reunirse, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. El viernes, el secretario de los socialistas de Castilla y León, Luis Tudanca, otro gran apoyo de Sánchez, ratificó esa tesis porque la «alternativa» tiene que demostrar que está viva. De hecho, al día siguiente, en el Comité Federal, Tudanca fue de los que defendía la tesis de que al PSOE no tiene por qué irle mal en otras elecciones, que Sánchez todavía no se ha atrevido a defender en público.
Por si acaso, Susana Díaz dejó claro en el debate del Comité a puerta cerrada, que otras elecciones «serían una
catástrofe», igual que el extremeño Fernández Vara o el asturiano Javier Fernández. Todos ellos han decidido dejar a Sánchez que gestione el «no» a Rajoy para que sea solo suya la responsabilidad de lo que pase.
Sí le han dejado claro que hay que dejarse «de aventuras» (Fernández) en investiduras ficticias que serían una «pesadilla» (Díaz) para España y para los españoles. «Hay algo peor que un gobierno del PP y es un gobierno con mayoría absoluta del PP», le dijo el presidente asturiano a Sánchez ante el Comité Federal. «No construyamos una ratonera que nos lleve a unas terceras elecciones».