ABC – 26/05/16
· Presos políticos «El testimonio directo de las torturas y los maltratos que sufren es brutal. Tienen muchísima fuerza»
· Rivera deja Venezuela «impresionado» por la crítica situación sociopolítica y económica y por la «esperanza» de la oposición: «Sólo quieren votar»
De la colección de imágenes impactantes que Albert Rivera se ha encontrado en Venezuela, dos se llevan la palma. La primera está relacionada con la dignidad de las personas; la segunda, con el hambre y la necesidad. En ambos casos, el presidente de Ciudadanos se ha tenido que esforzar para sobreponerse. No es plato de buen gusto ver el sufrimiento tan de cerca. No es lo mismo que te lo cuenten, que verlo con tus propios ojos.
El presidente de Ciudadanos atiende a ABC camino de la cárcel de Ramo Verde, donde el líder opositor Leopoldo López lleva años encerrado. Es un preso político, tal vez el más significado, pero no el único. Unas horas antes, Rivera había sido recibido por las mujeres del colectivo de presos: «Imposible aguantar, se me saltaban las lágrimas. El testimonio directo de las torturas y los maltratos que sufren es brutal. Tienen muchísima fuerza». A Rivera le «alucina» ver «tanta generosidad» en unas personas «que podrían estar dominadas por un sentimiento de venganza», y encuentra rápidamente un paralelismo con España: «Me recuerdan mucho a las víctimas del terrorismo: no piden venganza, sino Justicia».
Españoles en la cola
La segunda imagen impactante llegó en Chacao, uno de los municipios del área metropolitana de Caracas: «Había una cola tremenda de muchos españoles que viven aquí y que están pidiendo tratamientos médicos en el Consulado español». Es la imagen de «un país en quiebra» en el que la gente se busca la vida como puede para seguir adelante y en el que «la situación humanitaria es peor de lo que imaginábamos». Un país en cuyas calles «no hay nadie a partir de las siete de la tarde, porque hay mucha inseguridad».
Sin perder la esperanza
Rivera califica la realidad de Venezuela de «impactante y emotiva» y advierte: «Si a la realidad humanitaria que está sufriendo la gente le sumas la tensión política, esto es un polvorín». Sin embargo, después de pronunciar un discurso en la Asamblea venezolana, tras recorrer las calles de Caracas y habiendo escuchado de primera mano los testimonios de la oposición política, el líder de Ciudadanos no pierde la esperanza de un futuro distinto: «La situación humanitaria es peor de lo que pensaba, pero en política hay mucha esperanza», señala convencido de las posibilidades de la oposición en poder ganar el referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro.
En la vertiente política, Rivera ha tratado sin éxito de reunirse con algún representante del Gobierno, pero su máximo logro ha sido dialogar con un diputado chavista presente en la Comisión de Exteriores de la Asamblea, donde Rivera pronunció su discurso. Le dio la mano y le mostró su disposición a celebrar un encuentro. El silencio por respuesta.
En la oposición, el recibimiento ha sido el opuesto. «Fue muy emocionante hablar con Leopoldo López, tiene mucha fuerza y mucho ánimo. Sin embargo, no nos dejaron ver a Ledezma ni a Ceballos, pese a que están presos en sus propias casas», lamentó.
El viaje de Rivera a Venezuela ha tenido enorme repercusión a ambas orillas del Atlántico. Aquí y allá, unos le aplauden por su valentía, mientras otros le tildan de electoralista y atribuyen sus lágrimas a una estrategia política. Pero en las innumerables entrevistas que ha concedido a los medios locales hay un asunto recurrente: «Todos me han preguntado si en España somos conscientes de lo que significa Podemos. Ha sido mucho más explícito de lo que yo imaginaba desde España», explica. «Me lo advirtió el presidente (de la Asamblea) Ramos: «cautela con lo que pretende Podemos»».
Por encima de todo, y tras 48 horas con una agenda de infarto, Albert Rivera vuelve hoy a España con un sentimiento de admiración hacia quienes padecen el hambre y la violencia política, pero no conocen la palabra venganza: «Sólo quieren votar».
ABC – 26/05/16