EL MUNDO – 16/04/16
· Le insta a negociar una nueva financiación autonómica y la reforma de la Constitución.
· Albert Rivera volvió ayer a Barcelona, donde se formó como político, convertido en líder de uno de los cuatro grandes partidos españoles. En esa condición se reunió con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que pidió que Cataluña se implique en las reformas de regeneración que necesita España, sobre todo la de la Constitución y la del modelo de financiación.
Rivera, uno de los principales protagonistas de las negociaciones de los últimos meses para tratar de formar Gobierno en España, es el tercero de los cuatro líderes que se ve con Puigdemont. El próximo miércoles lo hará, por primera vez, Mariano Rajoy, después de que La Moncloa y la Generalitat hayan llegado finalmente a un acuerdo.
La reunión sirvió para constatar lo alejado que está Rivera de los independentistas en cuanto al modelo territorial. Sin embargo, el presidente de C’s buscó vías de transacción y pidió a Puigdemont que «vuelva a la mesa» de la reforma de la Constitución. En su opinión, esa remodelación puede ser un «lugar de encuentro» que mitigue los conflictos.
Además de esa reforma constitucional, Rivera solicitó a Puigdemont que la Generalitat participe en la confección de un nuevo modelo de financiación autonómica dentro del régimen común y en el debate sobre las infraestructuras que necesita Cataluña.
Al margen de esos asuntos, Rivera constató los «puntos de desencuentro» entre su proyecto para España y la voluntad del Ejecutivo catalán. El líder de Ciudadanos dijo que «nunca apoyará la ruptura» y la independencia, porque es una «vía muerta y de tensión política».
«Si Junts pel Sí quiere volver a la mesa de la reforma de la Constitución y al diálogo será bueno para el país. Si no, será malo para Cataluña y para España», advirtió.
El líder de C’s comprobó tras la reunión que no había convencido a su interlocutor, que insistió en «defender legítimamente el proceso separatista». En cualquier caso, Rivera consideró que hay un «espacio común» que tiene «recorrido», y dijo que cree que la Generalitat sí participará en las reuniones para avanzar en las reformas institucionales y en un nuevo modelo de financiación.
El Govern, sin embargo, es muy escéptico.
La portavoz de la Generalitat, Neus Munté, dijo que declinan participar en la reforma constitucional porque es «un tren que ni siquiera está en la vía» y que tampoco «liderarán» la revisión de la financiación autonómica «como en otras épocas», aunque sí participarán en la negociación.
La Generalitat sigue por ahora alegando lo mismo que antes de las elecciones: que el catalanismo ya ha hecho muchas propuestas, que «ninguna de ellas ha sido tenida en cuenta ni escuchada» y que ahora tiene «el mandato claro y explícito» para caminar hacia la independencia.
Eso no es óbice para que Puigdemont cediera hace unos días y pidiera a Rajoy una reunión. El encuentro quedó ayer cerrado: se celebrará el próximo miércoles en La Moncloa. Ambos defenderán sus argumentos en la cita: Rajoy, que seguirá velando por que se cumpla la Constitución; Puigdemont, que en todo caso se debe consultar a los catalanes por sus preferencias territoriales.
EL MUNDO – 16/04/16