Pilar Gómez-El Confidencial
- Exigen que se dé una solución ya al pulso con Ayuso. El enfrentamiento no gusta a los votantes más conservadores. Génova mantiene su hoja de ruta: «Antes era el sorpaso de Cs y ahora Vox»
El año no ha arrancado con buenas expectativas electorales para el PP. En las encuestas publicadas en la primera semana de 2022, Pablo Casado frena su crecimiento mientras Vox sigue sumando escaños y se hace cada vez más imprescindible para que el centro derecha llegue a la Moncloa. El Observatorio Electoral de El Confidencial, publicado este miércoles, confirma esta tendencia y deja al líder de los populares lejos de su mejor marca, con la que llegó a sumar el 60% de los votos de la derecha. Hoy está en el 54%, 14 puntos por encima de los de Santiago Abascal, que aunque no crecen respecto a la anterior encuesta, se consolidan. Con Ciudadanos fuera del partido tras la opa de Génova, a nivel interno resurge el debate sobre qué postura tomar respecto a Vox.
¿Por qué se afianza el partido de ultraderecha? En el PP hay posiciones encontradas entre la dirección nacional y las baronías. En la planta séptima de Génova, siguen pegados a su discurso. “El PP es la única alternativa y lo importante es que sume. Lo demás da igual”, asegura un miembro del equipo de dirección que recuerda cuando se hablaba del sorpaso de Cs, mientras que “ahora toca Vox”. Casado sabe que para llegar al Gobierno de la nación necesitará de Abascal, pero insisten en que el camino y la meta es lo conseguido en la Comunidad de Madrid con la victoria de Isabel Díaz Ayuso: que Vox apoye, pero desde fuera del Ejecutivo.
En los territorios, no son tan optimistas. “Vox crece por nuestros errores”, sentencia un barón que muestra preocupación por el desgaste que están sufriendo las siglas en los últimos meses. El análisis que se hace se basa en la idea de que el partido de Abascal recoge adeptos del PP pese a no hacer nada. “Ellos no hablan, porque cuando lo hacen meten la pata”, explica a este medio. Lo cierto es que en los trabajos demoscópicos de la formación conservadora hay una bolsa que fluctúa continuamente entre PP y Vox.
Castilla y León será la primera prueba de fuego. Fuentes del partido en esta comunidad señalan que “las cosas van bien», aunque reconocen que van a estar «en un puño hasta el último minuto”. Si no hay sorpresa, la incertidumbre para el candidato Alfonso Fernández Mañueco está en a cuántos procuradores se queda de la mayoría absoluta y con qué fuerza entra Vox. A partir del 13 de febrero, se verá si el plan de Casado es viable o, por el contrario, Abascal exige tener consejeros y marca un nuevo ciclo. En Génova insisten en que es “poco probable” y aclaran que si el presidente de la Junta termina por necesitar dos o tres diputados, estos no podrán ser muy exigentes o quedarán retratados como «bloqueadores». La siguiente cita en las urnas será Andalucía y el escenario se repite. Aquí, el equipo del presidente Juanma Moreno pone el foco en que Vox ha dejado de crecer en la región desde que tumbó los presupuestos. «Aquí, si no es útil para el cambio, le penaliza», sentencian.
En alusión a cuáles son los “tropiezos” que han frenado el ascenso del PP, barones y cargos del partido miran a Madrid. “Hasta que no se solucione el tema de Ayuso, vamos a seguir en caída”. Quienes sostienen esto ven una causa-efecto en los “ataques” a la presidenta de la comunidad desde la dirección nacional con el baile de votos hacia Vox. Los datos de la encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial sobre la intención de voto de los madrileños publicada en noviembre corroboran esta teoría. Ayuso lograría 15 puntos más en las autonómicas que Casado en las generales. La baronesa seduce a la mitad de los votantes de Vox, que, sin embargo, no se decantarían por los populares si el escenario fuese el Congreso de los Diputados.
En este punto, el partido vuelve al debate ideológico. La votación en el Congreso de la reforma laboral ha vuelto a poner el foco en qué tipo de oposición hay que hacer. Mientras Génova defiende que hay que votar no con el argumento de que hay que ser claros y no parecer un “salvavidas” de Pedro Sánchez y sus socios «radicales», otros e incluso la FAES del expresidente José María Aznar hablan de ser más “propositivos” y mostrar alternativas y confrontar proyectos con el Ejecutivo de PSOE y Podemos. Cómo encarar a Vox es un debate maquiavélico. El discurso más liberal y conservador que le funciona al PP en la Comunidad de Madrid es lo opuesto al que da rédito a Alberto Núñez Feijóo en Galicia. En sus primeras elecciones, Casado optó por propuestas más cercanas a los de Abascal y defendió la relación con los que aseguraba “vienen del PP”. Fue el peor resultado de la historia y los barones exigieron “centralidad”. El líder giró y ahora, tras romper con el que fuera su amigo en el discurso de la moción fallida a Sánchez, se centrará en “ensanchar” el partido y ser una alternativa por la gestión. Mientras, los de Abascal siguen al alza. ¿Cuál es la solución? “Eso da para una tesis”.