EL MUNDO 19/06/14
· Berlín advierte del peligro de la llamada a la «yihad individual» en terreno europeo
El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziére, advirtió ayer de que, según la información de que dispone, Europa debe temer más ataques terroristas como el atentado contra el Museo Judío en Bruselas. La información a la que se refería es la proporcionada por los servicios de Inteligencia alemanes, que consideran que la guerra civil en Siria representa un peligro latente para Alemania, al igual que para el resto del continente europeo, dadas las llamadas a la violencia a los grupos musulmanes radicales que proliferan en Europa.
Durante la presentación del informe anual de Oficina Federal para la Protección de la Constitución, uno de los tres servicios secretos germanos, de Maiziére informó de que «en el centro de la propaganda islamista está ahora la guerra civil en Siria» y señaló que los viajes de ida y vuelta a ese país de extremistas islámicos con residencia en países europeos son clave y representan un peligro difícil de controlar.
«Ya antes nos preocupaba que quienes regresan de Siria lleguen con planes concretos para perpetrar atentados en territorio alemán, pero ahora sabemos que la preocupación no era infundada y tenemos pruebas de que lo que era un riesgo abstracto es ahora un peligro concreto», dijo el ministro.
Las fuerzas de seguridad de Alemania estiman que unos 320 jóvenes islamistas residentes en este país se desplazan anualmente a Siria a luchar contra las tropas del régimen de Bashar Asad, la mayoría de ellos radicados en el Land de Renania del Norte-Westfalia, donde se reúnen los grupos yihadistas y salafistas más radicales. La prensa alemana ha contado los casos de al menos 16 de ellos muertos en combate, pero la mayoría regresa después de un periodo de formación militar y experiencia de combate y mantiene ocupados a los servicios de Inteligencia alemanes.
Según el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Hans Georg Maassen, esos viajes a Siria muestran una diferencia crucial con los que en el pasado realizaban extremistas residentes en Alemania a Afganistán. «Aquellos eran en su mayoría adeptos que teníamos en nuestro radar, que estaban siendo monitorizados por los programas de vigilancia y que sabíamos que representaban un peligro potencial de antemano. Pero los que están viajando a Siria son en su mayoría jóvenes de corta edad, muchos de nacionalidad alemana, que han pasado por un rápido proceso de radicalización y no han llegado a ser identificados oportunamente como radicales por los organismos de seguridad», explica.
«Las personas que han recibido adiestramiento terrorista en Siria o que han participado en combates representan un riesgo cuando regresan», especifica el informe, que indica la fuerte presión a que son sometidos para continuar la lucha yihadista de vuelta en Alemania.
La propaganda islamista en torno al conflicto sirio tiene lugar especialmente en mezquitas salafistas, en las que se celebran jornadas de beneficencia para apoyar a los rebeldes suníes en Siria. En internet aparecen mensajes de combatientes o de testigos de crueldades de las tropas de Asad, con relatos e imágenes impactantes con los que legitiman la resistencia violenta. Raul Ceylan, profesor de Pedagogía Religiosa Islámica en Osnabrück expone que los salafistas captan jóvenes alemanes por su forma de vida comunitaria muy unida, parecida a una secta. Progresivamente aumenta el compromiso asistiendo a manifestaciones y a reuniones. Finalmente son invitados a viajar a Siria como un elegido, describe. El último reto es trasladar la batalla a Occidente, la «yihad individual».