Nicolás Redondo-Editores

No ha habido pactos de estado durante lo que va de legislatura , ni los habrá en lo que queda de ella. Sánchez ha basado la legislatura en la confrontación, es prisionero de sus socios, de su determinación para seguir en Moncloa, aunque el cielo se hunda, y en ese marco los acuerdos con el PP son imposibles.

Sánchez hoy necesita a Otegui y a Puigdemont, mañana sabe que necesitará más a Abascal. Que mantenga el gobierno o que puedan volver a gobernar en un breve plazo de tiempo depende del éxito de Vox.
Sánchez seguirá en manos de los nacionalistas, aceptando sus exigencias , sus peajes. Abascal incrementa su política de «tierra quemada».
Ambos se benefician de una política descoyuntada , exagerada, llevando al extremo sus discursos. Se enfrentan pero están de acuerdo, no hablan pero se entienden, dicen que se odian , pero sabemos que se necesitan. Necesitan que desaparezcan las intermediaciones, el dialogo , la concordia, las bases comunes , los objetivos compartidos.

Sin embargo las naciones sólo progresan con políticas moderadas, reformistas, que respeten las leyes y sepan controlar sus impulsos partidarios…. todo lo contrario a lo que pretenden Abascal y Sánchez , que cada día que pasa se parecen mas a Melenchon y Le Pen .