EL MUNDO 17/09/13
El vicepresidente de la CE dice que Bruselas «sigue el proceso catalán con preocupación»
El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, situó ayer a Cataluña fuera de la Unión Europea en el caso de que alcanzase la independencia de España fruto del éxito de la vía secesionista impulsada desde el Govern de la Generalitat.
«Si hay una decisión de segregación de una parte del territorio de un Estado miembro, esa parte segregada no es parte de la UE», declaró explícitamente Almunia. Además, enfatizó que la posición de la Comisión Europea es «clara» en este sentido y que el organismo supraestatal «sigue el proceso abierto en Cataluña con preocupación».
Después matizó que la Unión Europea no quiere «estar metida» en ese debate, y que si se le interpelara formalmente, daría una respuesta, pero que, de momento, no desea entrometerse en un debate «que no es el suyo».
Aun así, la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, subrayó el postulado de Almunia con más claridad de lo que en Bruselas suele ser habitual. «Un Estado independiente se convertiría, por el hecho de su independencia, en un país tercero respecto a la Unión y desde el momento de la independencia no se aplicarían los Tratados en su territorio», zanjó. «Lo que nuestro vicepresidente Almunia ha dicho se ajusta perfectamente a nuestra línea», sentenció.
Almunia admitió que al margen de la vía jurídica, cabe «una respuesta política» al conflicto y recetó «diálogo» puesto que, advirtió, ésa «es la vía que se aprecia en Europa».
El vicepresidente de la Comisión Europea evitó pronunciarse acerca de por dónde pasa la solución y al ser preguntado por si, en el caso de ser presidente del Gobierno, negociaría permitir que Cataluña convocara un referéndum, prefirió pasar de puntillas. «Ya lo intenté una vez (ser presidente) y los votantes no quisieron, por lo que quedo exonerado», dijo en alusión a su etapa como candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE.
No ocultó que su deseo es que la vía soberanista emprendida por el Govern de la Generalitat fracase. «No soy independentista, ni quiero que esa hipótesis sea una realidad, ni considero que sea una buena hipótesis», manifestó al respecto. «Me gusta ver Cataluña encajada [en España]», abundó Almunia.
La comunicación epistolar entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur Mas, también fue criticada por Almunia, quien emplazó a una discusión «rigurosa, tranquila, sin emociones y con la cabeza fría» para aplacar el choque a cuenta de la soberanía.