ABC 14/11/13
· El embajador palestino acusa al líder de CiU de «violar» los derechos de su pueblo
· «Que viaje por España» El PSC insta a Mas a viajar más por España en lugar de «internacionalizar» su conflicto Hotel de lujo y recortes Ciudadanos lamenta que el presidente catalán se hospede en hoteles de lujo y recorte en sanidad
Duras críticas a Artur Mas y al séquito que le acompañó en su viaje a Israel, país donde no encontró ninguna complicidad de su ideario independentista, pero deja atrás incidentes diplomáticos que ponen de manifiesto la impostura de un presidente autonómico que quiere viajar como «jefe de Estado». Tal como informó ayer ABC, el líder de CiU se desplazó a Tierra Santa con una comitiva que supera las 60 personas, entre representantes políticos, empresariales y científicos, y se alojó en un hotel de cinco estrellas situado en el corazón de Jerusalén.
La reacción más dura fue la del embajador de Palestina en España, Musa Amer Odeh, a quien obviamente no agradó que Mas hablara de Israel como «un ejemplo a seguir». Amer dijo que igual que Palestina «no interviene en asuntos internos de ningún país», el presidente catalán debería haber hecho lo mismo. «Mas dijo que Israel es un ejemplo a seguir, donde se puede aprender. ¿Cómo Israel puede ser un ejemplo si viola el Derecho Internacional y los derechos del pueblo palestino», manifestó durante un encuentro con la prensa en la Embajada.
El diplomático también se quejó de que la visita de Artur Mas a Jerusalén Este —territorio que los palestinos quieren que sea la capital de su futuro Estado—, fuera coordinada por la parte israelí y que el presidente catalán «no ha tenido en consideración» al pueblo palestino durante su visita a los territorios ocupados.
«Existen los principios»
«Si Mas hubiera consultado con el Consulado español en Israel, no habría hecho así la visita», dijo Odeh. «Los dirigentes europeos que visitan Jerusalén Este deben hacerlo con la parte palestina, ya que es un territorio ocupado por la fuerza», dijo. Amer expresó su decepción por los intereses del presidente de la Generalitat en su visita a Israel y avisó de que «las relaciones económicas no lo son todo, también existen los principios».
La comunidad palestina de Cataluña también cuestionó que Mas se posicione al lado de «un Estado basado en la ocupación militar, que vulnera la legalidad internacional y los derechos más básicos». «¿No querrá usted, señor presidente, convertir a Cataluña en un Estado cómplice de la ocupación militar más antigua de la historia contemporánea reciente, verdad?», se pregunta la entidad en un comunicado.
Por su parte, el secretario general de Ciudadanos (C,s), Matías Alonso, lamentó que Mas «vaya a Israel con ínfulas de jefe de Estado» y que «continúe con su deslealtad institucional al no querer hacerse la foto con el presidente del país, Simon Peres, junto a la bandera de España». Consideró que «está fuera de lugar» que «Mas se haya atrevido a comparar la gestación del estado moderno de Israel con un hipotético estado catalán». Y avisó de que «quienes están colonizados por Israel son otros y no los ha ido a visitar». Sobre los costes del viaje, Matías Alonso cuestionó que el presidente autonómico «viaje con más de sesenta personas y que se aloje en un hotel en el que la noche sale a 400 euros» mientras «recorta en servicios esenciales para los catalanes, como la salud, la educación y el bienestar». Alonso se refiere a la estancia del dirigente nacionalista en el hotel Mamilla, un establecimiento de cinco estrellas situado en Jerusalén del que ayer informó ABC. En 2012, Mas se hospedó en un hotel de similares características en Moscú.
Tejer acuerdos
También el primer secretario del PSC, Pere Navarro, criticó que Artur Mas vaya a Israel a «internacionalizar» su proyecto independentista. A su juicio, lo que debería hacer el líder de CiU es «viajar más por España tejiendo acuerdos». Navarro puso como ejemplo sus reuniones que ha mantenido con los barones del PSOE para intentar acordar una propuesta de reforma constitucional.
Por parte del PP, su portavoz en el Parlamento catalán, Enric Millo, ya ha anunciado que presentará una batería de preguntas para averiguar el coste y los réditos de un viaje que, en su opinión, tuvo como finalidad «hablar mal de España».