Amaiur exhibe su apoyo a ETA desde los escaños del Congreso

El Congreso de los Diputados abrió ayer el periodo de sesiones con media docena de pancartas en favor de ETA desplegadas en la tribuna de invitados cortesía de Amaiur. Cinco de sus siete diputados esperaron a la hora de entrada, a las nueve en punto de la mañana, para exhibir carteles en los que se reivindicaba en euskera paz y acercamiento de presos al País Vasco y, ya en castellano, otros en los que se culpaba al Ejecutivo del fallecimiento en prisión de Arkaitz Bellón, que fue hallado sin vida en su celda el pasado día 5. «Bellón muerto» y «Gobierno responsable» era la leyenda escrita en letras negras.

Conocedores de la prohibición de mostrar en sede parlamentaria pancartas, pero también de que el reglamento les permitía resistir sin moverse dos llamadas al orden antes de mandar su desalojo, los diputados radicales aguantaron todo lo que pudieron antes de deponer su actitud . No hay por tanto sanción para ellos.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, cumplió con el preceptivo apercibimiento —«no pueden ustedes tener esos carteles puestos ahí, así que les ruego que los guarden», dijo–, lo repitió y antes de mandar la expulsión, despusieron su actitud.

Mikel Errekondo, portavoz de Amaiur, bajó a los escaños para intentar dar un sobre a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con una carta dirigida a Mariano Rajoy, que ella cogió en un primer momento, pero luego desdeñó. En ese minstante, se escuchó decir a Posada: «Tíralo, tíralo, coño».