EL CORREO, 13/1/12
El grupo parlamentario de Amaiur anunció ayer la inmediata presentación en el Congreso de los Diputados de una iniciativa en favor de los presos de ETA y un cambio de la política penitenciaria. La coalición abertzale persigue consensuar con otras fuerzas políticas una proposición que pretende reclamar el acercamiento de los reclusos de la banda terrorista a cárceles vascas y la excarcelación de los enfermos, preventivos y los que hayan cumplido las tres cuartas partes de sus condenas, además de la supresión de la llamada ‘doctrina Parot’, que obliga a computar los beneficios penitenciarios sobre el total de las penas y el límite máximo de cumplimiento de treinta años de prisión.
Amaiur, que cuenta con siete escaños en la Cámara baja, señaló que todavía no ha decidido si sus demandas se plasmarán a través de una proposición no de ley para el pleno o mediante otro tipo de fórmula parlamentaria.
«Actuar con inteligencia»
Horas antes, su portavoz en el Congreso, Xabier Mikel Errekondo, expresó el apoyo a las demandas en favor de los presos hechas en la manifestación del fin de semana en Bilbao y emplazó al Gobierno a responder también con sus medidas. Pidió a Mariano Rajoy que actúe con «inteligencia, determinación y valentía» dando asimismo sus «pasos» para la resolución de lo que llamó «conflicto político vasco», con el objetivo final de alcanzar una «paz verdadera y justa».
En el mismo contexto, la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu subrayó en Bilbao que la actitud del Ejecutivo británico respecto al referéndum de Escocia debería ser «una referencia para los estados español y francés». En su opinión, Londres «aborda la cuestión desde el punto de vista democrático, partiendo del derecho que les corresponde a los escoceses para decidir su futuro».
Por otra parte, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, manifestó ayer su convicción de que las peticiones individuales de excarcelación presentadas por los presos de ETA ante la Audiencia Nacional sólo constituyen «una especie de disfraz» para buscar «una solución colectiva» que «no habrá».
EL CORREO, 13/1/12