Tonia Etxarri, EL CORREO, 27/6/11
Si ETA ha dejado de matar, parece que todo vale y a cualquier precio.
Los portavoces de Bildu poco a poco nos van enseñando su proyecto abertzale con más ansiedad que diplomacia, recomendando, eso sí, tila a quienes pretenden faltar al respeto para que, ni siquiera, se atrevan a rechistar. Desde el poder que le han otorgado las urnas, gracias a las facilidades concedidas por el Tribunal Constitucional, los herederos de Batasuna ya han comunicado que quieren eliminar del cupo las partidas dedicadas a la Casa Real, al ejército y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El anuncio, de la mano de la disminuida EA y de su portavoz Pello Urizar, llegaba tras una cadena sucesiva de capítulos vergonzantes que, desde luego, no se pueden calificar de “normalizadores”. Todos los anuncios de la nueva coalición deben ser asumidos “con normalidad y sin crispación”, decía sin pestañear el representante de los restos de EA. ¿Que los ediles amenazados se quedan desprotegidos en los recintos municipales donde manda Bildu? Relájate y goza. Total, si la alcaldesa de Andoain que decidió retirar la protección ahora se aviene a entrevistarse con los afectados, !se ha avanzado una barbaridad!. ¿Que retiran el retrato del Rey del ayuntamiento de San Sebastian? No pasa nada. ¿Que no se cumple la ley? No está tan claro y, si así fuera ¿qué mas da? Si ETA ha dejado de matar, parece que todo vale y a cualquier precio. Pero ¿cómo te imaginabas que iba a ser el fin de ETA? Le preguntaba el vicepresidente y aún ministro de interior, Perez Rubalcaba y, sin embargo, Alfredo, a una periodista. “Así no, un final con precio político, que borre toda la historia del terrorismo de ETA ,no” le replicaba la aludida. Bildu, continuidad de Batasuna y sin distanciarse un milímetro, en su discurso del defendido por Otegi en sus últimas declaraciones públicas, sigue su paso borrando todo lo que no lo gusta. Y nadie -casi- se atreve a salirle al paso. Es más, quienes lo cuestionan, son susceptibles de ser calificados como “fachas” o “españoles” (una acepción, esta última, que en el mundo nacionalista, equivale a un insulto). Martin Garitano, ex periodista y con el cargo recien estrenado de diputado general de Guipuzcoa, pretende reescribir la historia de Euskadi pasando una tabla rasa por la memoria. Su coalición, por venir de donde procede, tiene mas de 800 asesinatos sobre su conciencia. Pero él quiere presentar la historia de otra manera. Con violencia en las dos partes . Como si Euskadi tuviera dos comunidades enfrentadas y armadas, al estilo de Irlanda. Como si , en definitiva, aquí no hubiera ocurrido nada. Sin prisas por pedir a ETA que se vaya por donde vino. “Pedir la disolución de ETA no es el paso a dar ahora” declara en sus última entrevistas. Parece coherente. Ahora , que los herederos de Batasuna ya están dentro de las instituciones, no sienten la presión de la justicia para emplazar a ETA. No les hace falta. Al contrario, necesitan explotar la tutela de la sombra alargada de los terroristas para seguir logrando sus objetivos. La legalización de Sortu y el acercamiento de los presos, sin el miedo a ETA, sería menos concebible. Con la inoculación del temor, ya se sabe, los objetivos se logran con relativa facilidad. Y muy pocos se atreven a cuestionarlo. “En cuanto tengan que gobernar se verá su incapacidad para gestionar” clama un dirigente socialista dividido entre lo que él había esperado del Tribunal Constitucional y la gestión de una Bildu crecida desde el poder municipal y foral. Se equivocarían los socialistas si se encelan en culpar al PNV del poder de BILDU. Porque el logro de tanta fuerza electoral justifica cualquier inhibición frente a una alianza alternativa. ¿que había que impedir que Bildu llegara hasta donde ha llegado? Haberlo pensado antes. Al diputado Madina le atraía la idea. Y a Egiguren, aunque ahora a Rafaela Romero no le haga gracia compartir escenario político en las Juntas Generales de Guipuzcoa con una coalición que no solo no se desliga de ETA sino que piensa aprovecharse de su existencia. Y a la consejera Gemma Zabaleta. Y más. Y más. Así es que resulta inútil caer en un estado de melancolía por lo que pudo ser y no fueron capaces de propiciarlo. Ocurrirán más sucesos para la catarsis democrática. Otegi tiene sus días contados en la carcel. Si su discurso es idéntico al ¿qué hace Otegi entre rejas? .
Esa pregunta política puede chocar con una constatación judicial: prision provisional por intentar organizar la continuidad de Batasuna por orden de ETA. También el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, argumenta ahora que si no condena la violencia Bildu puede ser privados en las proximas elecciones del derecho democrático a ser elegido.Un poco tarde. Una vez liberado de su carcasa , ¿quien mete ahora el genio dentro de la lámpara?
Tonia Etxarri, EL CORREO, 27/6/11