Miquel Giménez-Vozpópuli
  • No quiere dejar de ser presidenta del parlamento catalán por la nimiedad de estar acusada por presunta corrupción

Y los de Junts han puesto el grito en el cielo. ¿Cómo osa la turba pedirle a Laura que cumpla el reglamento de la cámara catalana y dimita? ¿Quiénes son esos que siguen el juego a las cloacas del estado, los que persiguen la ruina de la musa del separatismo empleando medios torticeros? Qui s’han pensat que son?, como dijo en célebre ocasión Jordi Pujol, otro que aseguraba ser perseguido por nacionalista y tuvo que acabar confesando que había defraudado a la hacienda española. Nada, lo que toca es cantar “Amo a Laura, pero esperaré hasta la independencia”.

Además, vean vuesas mercedes si hay ensañamiento y mala fe por parte de la justicia española que solo con aplazar el proceso hasta marzo podría Borrás acceder a la suculenta jubilación que se llevan quienes ocupan su hermosa sillita de Pin y Pon La cantidad no es baladí ni baladá. La señora cobra en la actualidad 138.594,96 euros brutos anuales, lo que la convierte en uno de los cargos políticos mejor pagados de España e incluso de la UE. Añadan a eso la fruslería de 16.975,56 en concepto de dietas. Pura bagatela, vamos. Canten, canten conmigo, buenas gentes “No voy a arrancar esa flor de su cargo, quien la destruya no seré yo”.

Pues bien, Borrás, como te amo, Laura, si cumpliera o cumpliese dos añitos como presi tendría derecho a cobrar, agárrenme el lacito amarillo por el rabo, el 45% de ese pastizal cuando se jubilase a los 65 tacos. Una pensión vitalicia, cuidadín, cosa importante viendo cuán provectos son estos separatistas. Lógico, están poco trabajaos. Se comprende, pues, que Laura se agarre con uñas, dientes y estelada a la poltrona. Y qué caramba, París bien vale una misa, el separatismo bien vale una pensión y ponerse colorado de vergüenza es cosa de españolazos pobres. Si los ERE han ido como han ido nadie se va a llevar las manos a la cabeza por que a la Borras, te amo, Laura, se la acuse de haber troceado contratos para que se los llevarse un amiguete suyo.

¿Cómo osa la turba pedirle a Laura que cumpla el reglamento de la cámara catalana y dimita? ¿Quiénes son esos que siguen el juego a las cloacas del estado, los que persiguen la ruina de la musa del separatismo empleando medios torticeros?

Y como que en Junts tienen muy claro que por menos de 100.000 pavos no se mueve uno de la cama y que trabajarse el tema de la pasta sin currar es cosa habitual en el postpujolismo, han decidido organizar este mismo jueves una protesta para presionar a la mesa del parlamento catalán. Se han conjurado – palabra que usan hasta para ir al retrete – ante el parlamento para decirles que están en contra de que suspendan a la presidenta. Ya los estoy viendo. Dicen las juventudes de Junts que, ojito, pueden liarla. Hombre, viendo la media de edad de la neo convergencia puigdemontiana uno no sabe a qué llamarán juventudes.

Quizá a los menores de sesenta y cinco. Sea como fuere, me atrevo a sugerirles humildemente que entonen esta canción: “Amo a Laura”, y que apostrofen a los diputados jabalíes “Joven, recuerda que el amor nace del respeto, que no hay nada más hermoso en una pareja que saber esperar juntos ese momento maravilloso que es la consumación del amor, porque tu paciencia tendrá recompensa”. Toma ya, Maciá, del derecho y del revés, Aragonés, y que ruede la bola que viene Rahola.

Señoras y señores diputados, amen ustedes también a Laura y no destruyan esa flor amarilla, déjenle que llegue a los dos años – total, es en marzo – y que la buena mujer pueda cobrar una pensión que ya quisiéramos para nosotros todos los españoles. Total, ya no viene de un escándalo más. Y el Gobierno de Sánchez regalando quinientos millones a los separatistas, pactando que el español quede proscrito de las aulas y que se reformen las leyes para que puedas dar golpes de estado sin que pase nada ¿Me comprenden cuando digo que Cataluña no tiene arreglo?