Anasagasti se une a una carta que pide restituir la memoria a las víctimas del bando republicano en San Sebastián

EL IMPARCIAL
Martes 23 de julio de 202414:18h

El histórico dirigente del PNV se une a intelectuales vascos como Guillermo Gortázar, Fernando Savater, Jon Juaristi o Iñaki Ezkerra.

El peneuvista Iñaki Anasagasti se ha sumado la pasada semana a una iniciativa que contrasta con su trayectoria política: la de enviar una carta al actual alcalde San Sebastián y compañero de partido, Eneko Goia, en la que un total de 25 personalidades de la cultura del País Vasco solicitan al máximo cargo municipal que la escultura en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil, ubicada en el Palacio Goikoa de la capital donostiarra, incluya los nombres de las víctimas de ambos bandos. Concretamente se refieren a los asesinados entre el 18 de julio de 1936, fecha del inicio del alzamiento militar, y el 13 de septiembre de ese mismo año, fecha en la que la llegada de las tropas franquistas, puso fin a esa ola fusilamientos de personas, muchas de ellas simples veraneantes, que fueron identificadas con el bando sublevado.

El número de asesinados en aquellos 57 días se eleva a 250, pero la escultura, inaugurada en 2014 por el entonces alcalde la ciudad Juan Karlos Izaguirre, perteneciente a Bildu, los ignora y solo incluye a los identificados con el bando republicano. Los firmantes de la carta le recuerdan al actual responsable de la corporación municipal donostiarra que dicha discriminación contradice a la Ley de Memoria Histórica y a la subsiguiente Ley de Memoria Democrática, que incluyen, entre las víctimas de la Guerra Civil, a todas aquellas que padecieron violencia o persecución sin distinción de partido político, filiación ideológica o religiosa.

Junto al nombre de Iñaki Anasagasti, figuran entre los firmantes el filósofo Fernando Savater, los escritores Daniel Múgica, Álvaro Bermejo, Begoña Ameztoy, Jon Juaristi, Iñaki Ezkerra y Álvaro Cortina o los historiadores Pedro Chacón y Guillermo Gortázar, autor este último de un libro de reciente aparición, “Un veraneo de muerte”, que precisamente aborda con diferentes testimonios la tragedia de aquellas semanas de julio, agosto y septiembre de 1936 en la capital donostiarra.

Reproducimos a continuación la carta enviada al alcalde peneuvista Eneko Goia, los nombres de todos sus firmantes y el listado de las 250 víctimas de aquel trágico verano en un San Sebastián sumido en una situación revolucionaria de asesinatos, delaciones y venganzas.

Carta abierta al Ilustrísimo Sr. Alcalde de San Sebastián

15 de Julio de 2024.

Los abajo firmantes, ciudadanos de San Sebastián y de todo el País Vasco, con todo el respeto

Que el 31 de mayo de 2014 el Alcalde de San Sebastián, Sr. Don Juan Carlos Izaguirre, inauguró un monumento conmemorativo de las víctimas donostiarras de la guerra civil, justo enfrente del Palacio Goicoa, en la calle Igentea de la capital guipuzcoana.

Que por motivos que desconocemos, y no vienen al caso, el monumento omite los nombres de las víctimas del inicio de la guerra civil en San Sebastián entre el 18 de julio y el 13 de septiembre de 1936.

Que,de acuerdo a lo establecido en la Ley de Memoria Histórica y la subsiguiente Ley de Memoria Democrática, ambas leyes incluyen entre las víctimas a todas aquellas (sin distinción política, ideología o religión) que padecieron violencia o persecución.

Que el cumplimiento de la Ley obliga al Ayuntamiento a incluir a todas las víctimas mortales de la guerra civil en San Sebastián enterradas en el verano de 1936 o retirar el referido monumento que obviamente resulta parcial y contrario a la letra y el espíritu solidario y reconciliador de la vigente Ley de Memoria Democrática que establece el mismo reconocimiento para todas las víctimas:

Ley de Memoria Histórica 52/2007

Artículo 1. Objeto de la Ley.

“La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales”.

Artículo 2. Reconocimiento general.

“Como expresión del derecho de todos los ciudadanos a la reparación moral y a la recuperación de su memoria personal y familiar, se reconoce y declara el carácter radicalmente injusto de todas las condenas, sanciones y cualesquiera formas de violencia personal producidas por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil, así como las sufridas por las mismas causas durante la Dictadura”.

Ley de Memoria Democrática de 2022

Artículo 1. 2:“Es objeto de la ley el reconocimiento de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, de pensamiento u opinión, de conciencia o creencia religiosa, de orientación e identidad sexual, durante el período comprendido entre el de 18 de julio de 1936, la Guerra de España y la Dictadura franquista hasta la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978, así como promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva, adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre la ciudadanía y promover lazos de unión en torno a los valores, principios y derechos constitucionales”.

Por todo ello solicitamos de esa ilustre Corporación:

Que se tomen las medidas pertinentes a los efectos del cumplimiento de la vigente Ley de Memoria Democrática que no diferencia entre las víctimas de los dos bandos de la guerra civil y se incluyan los nombres, en el citado monumento dela calle Igentea, de las 250 personas enterradas en el cementerio de Polloe, entre el 14 y el 24 de septiembre de 1936, o se proceda a retirar el citado monumento por flagrante incumplimiento de la Ley.

Anexo: Relación nominal de las 250 víctimas, enterradas entre el 19 de julio de 1936 y el 24 de septiembre, según certificó el encargado responsable del cementerio de Polloe en 1936, Sr. Aldanondo

 

Es de justicia y lo firmamos:

 

Guillermo Gortázar, Iñaki Anasagasti, Ramón Rabanera, Iñaki Ezkerra, Fernando Savater, Jon Juaristi, Ángel García Ronda, Martín Gabarain, Ignacio Suárez-Zuloaga, Begoña Ameztoy, Pedro Chacón Delgado, Miguel Ángel Idígoras, Pedro Barruso, Ana García Urcola, Álvaro Cortina Udampilleta, Daniel Múgica, Román Cendoya, Joaquín Torrente, Federico Verástegui, Dora Múgica Brunet, Juan Hosé Echevarría Perez-Agua, Álvaro Bermejo, Carlos Martínez Gorriarán, Ernesto Lejeune y Antonio Orbe.