SANTIAGO GONZÁLEZ-EL MUNDO
EL LÍDER de la oposición, Pablo Casado, planteó al presidente uno de los miércoles pasados, una pregunta que no debió de ser del agrado del interpelado a juzgar por su respuesta: «La respuesta a su pregunta, señor Casado, se la van a dar los andaluces y las andaluzas el próximo 2 de diciembre, y ya le adelanto que la respuesta que va a recibir no le va a gustar». Donde se vio que el doctor Plagio tampoco está dotado como profeta, aunque su augurio fue acogido por un aplauso entusiasmado y sonriente de su Calvo y su Lastra. No es que al PP le sobren los motivos para la alegría tras haber perdido siete escaños, pero algunos tiene si se compara con los 14 que ha perdido el socialismo, que junto con ellos ha perdido la capacidad de gobernar Andalucía después de 40 años.
Las elecciones eran una prueba para la política nacional, la primera para el presidente del Gobierno y para el líder de la oposición y, tal como explicó en mi blog Luigi con su prodigiosa capacidad de síntesis, «las elecciones en Andalucía son un Despeñapedros».
Guillermo (@FAHRT4) no parecía alarmado por los resultados: «‘PdrSchz’ ha conseguido en cinco meses lo que no había podido el PP en 36 años. Todo en orden. Seguimos para bingo. Y todavía hay gente que le pide elecciones. No. Dejémosle que termine su trabajo, ya le queda poco».
Poco antes de comenzar la campaña electoral, la ministra de Justicia había acusado el PP en el Congreso de «poner en peligro la convivencia» al competir «la derecha, la extrema derecha y la extrema-extrema derecha». O sea, el PP, Ciudadanos y Vox. ¿A cuál de estos tres partidos se refiere exactamente Susana Díaz al invitar a los constitucionalistas a hacer un cordón sanitario para aislar a la extrema derecha?
El marqués de Galapagar tiene más claras las ideas: a los tres, es decir, a la democracia. Sólo así puede entenderse que sacara a sus hordas a la calle, con sus banderitas tricolores para protestar porque un partido legal ha concurrido a unas elecciones y ha ganado 12 escaños, y ese partido no les gusta. ¿Dónde se ha visto? Monoculus lo decía en mi blog: Lo curioso es que fue Pablo Iglesias quien lanzó la noche electoral una llamada a la violencia. Pero el extremista es Abascal, ojo.