Itziar Reyero-El Confidencial

  • Moreno doblaría sus escaños, de 26 hasta los 53 diputados, y mantendría a raya el avance de Vox, que crece dos escaños. El PP acumula votos desde su derecha y su izquierda. Su ventaja es enorme respecto al PSOE, estancado en 35

Andalucía vira a la derecha. El Partido Popular de Juanma Moreno está en condiciones de barrer al viejo PSOE andaluz y declararse la nueva gran fuerza política de la comunidad el domingo 19 de junio, confirmando así el cambio de ciclo histórico iniciado en 2018 tras 37 años de hegemonía socialista. Según la encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, los populares arrasarían en las urnas y se quedarían con un 40% de los votos, al borde de la mayoría absoluta que marcan 55 diputados en el Parlamento autonómico. El PP, que viene de su peor resultado histórico con 26 escaños, fagocita a su socio Ciudadanos, al punto de extinción, y doblaría su fuerza: en una franja entre los 50 y 53 diputados. Su ventaja es enorme con respecto al PSOE, estancado en el 28% y 35 asientos tras el relevo del susanismo, mientras que el resto de la izquierda pagará seguro el coste de su división, con apenas siete escaños más. Los comicios de Andalucía le asestarían una severa derrota al Gobierno de Pedro Sánchez, atenazado por su enorme debilidad parlamentaria. PP y Vox, sin embargo, confían en que el 19-J sea su rampa de lanzamiento nacional.

Pero la gran incógnita que deberán despejar las urnas es si el PP podrá gobernar la Junta de Andalucía en solitario o en coalición con Vox. Moreno huye del espejo de Castilla y León y aspira a repetir el esquema de Isabel Díaz Ayuso, con una victoria arrolladora que sume más que toda la izquierda junta y le permita sortear la presión de Santiago Abascal. A 50 días de los comicios, los datos del Observatorio Electoral son nítidos: el escenario para el PP se asemeja más al de Madrid que a la decepcionante victoria de Alfonso Fernández Mañueco. Aunque Vox exigirá su entrada en el Gobierno en sustitución de Ciudadanos, que desaparecería del mapa, con un 2,8% en la estimación de voto. El hasta ahora vicepresidente, Juan Marín, tendría una remota opción de entrar por Cádiz, o tal vez por Málaga; en todo caso será insuficiente para reeditar el pacto que sacó del poder a la izquierda en Andalucía con el apoyo exterior de Vox.

El sondeo, realizado entre el 25 y 26 de abril, otorga a Vox el 13,5% de los votos y 14 escaños, dos más que los actuales. La fortaleza de los de Moreno Bonilla les permitiría neutralizar el avance electoral de la ultraderecha en una tierra sociológicamente templada. La confirmación ayer de Macarena Olona puede, en cambio, agitar el tablero en favor de los de Abascal, por otra parte, acostumbrados a crecer durante la campaña. En el PP temen que Olona movilice a la izquierda y saque de la abstención a los votantes que dormitan desde la última etapa de Susana Díaz. Se espera una alta participación, en torno al 68%, casi 10 puntos más que en diciembre de 2018 (58,6%).

Los ciudadanos aprueban el adelanto electoral, anunciado este lunes 25, que el presidente ha justificado en la sombría situación económica y la necesidad de dotarse de unos nuevos presupuestos; al contrario que Mañueco, a quien solo el 38% comprendió que rompiera de forma tan abrupta la legislatura. Y le penalizó.

Las elecciones autonómicas examinarán la gestión al frente de la Junta de Juanma Moreno, quien ha sabido protagonizar un cambio tranquilo. Como apunta un histórico dirigente socialista, “ha hecho lo más importante, que no se note que el PSOE no gobierna la Junta”. El perfil moderado del presidente popular tiene buena entrada entre los votantes socialistas, que aprueban su gestión: un 51% de los socialistas asegura que lo ha hecho «muy bien o bien», un 30% responde «ni bien ni mal, regular», frente a un 19% que le suspende («mal o muy mal»). También recibe el aplauso del 88% de los votantes de Vox y del 87% de los de Ciudadanos, aunque lo más sorprendente es que la mitad de los simpatizantes de Adelante Andalucía (47%) reconoce su buen hacer en San Telmo.

Hay tres claves que explican un resultado tan abrumador del PP de Moreno, atendiendo a las tripas de la encuesta que ofrece hoy este periódico. Primera, la enorme fidelidad de sus votantes de 2018. El 87% de ellos declara directamente su decisión de respaldarlo. Segunda, el trasvase masivo de los votantes de Ciudadanos. El partido de Juan Marín obtuvo 661.000 votos hace cuatro años y 21 escaños. Casi la mitad de ellos (en torno a 325.000) tienen ya decidido votar a Moreno, a los que hay que añadir 40.000 más que muestran inclinación a hacerlo. Es decir, el PP, además de retener casi íntegramente a sus electores de 2018, está en disposición de recibir una transferencia de 365.000 votos procedentes de Ciudadanos. Por último, hay que añadir otro trasvase significativo del 15% de los votantes del PSOE (150.000) y otros 100.000 procedentes de Vox.

En la otra cara de la moneda está el PSOE de Juan Espadas, el candidato con el que Pedro Sánchez derrocó a Susana Díaz hace un año y que tiene enormes problemas de visibilidad (la mitad de los andaluces no le conoce, según el CIS autonómico). Repetiría prácticamente su resultado con un 27,7%, aunque podría mejorar en escaños gracias a la fragmentación del espacio a su izquierda, según señala Ignacio Varela, analista y responsable del Observatorio Electoral de esta cabecera. El PSOE resiste con 33-35 escaños porque mantiene una buena tasa de fidelidad de sus votantes (76%) y, además, tiene una transferencia favorable procedente de Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez, quien apenas sacaría un escaño. Sin embargo, y pese a que este jueves Espadas aspiró a convencer al votante naranja, apenas se beneficia del cataclismo de Ciudadanos: solo el 3% del voto naranja iría ahora a los socialistas.

En el espacio a la izquierda del PSOE reina una gran confusión. Tras muchos meses de guerra civil entre las facciones de Unidas Podemos, no se ha presentado todavía una lista conjunta ni un candidato. Como hipótesis de trabajo, en la encuesta se han agrupado los votos de ese espacio en los dos bloques que parecen más verosímiles: por un lado, la suma de Unidas Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz, que se presentarían conjuntamente con la marca Por Andalucía, y por otro, Adelante Andalucía, que en 2018 agrupó a todos ellos, pero que ahora queda reducida al partido que lidera Teresa Rodríguez, quien sufrirá por revalidar su escaño. Si esto se confirmara, Por Andalucía obtendría un 7,9% de votos y seis o siete escaños, mientras que Adelante Andalucía se quedaría en un 3,1% y solo podría aspirar, en el mejor de los casos, a un escaño en la provincia de Cádiz. La fragmentación en dos castigaría severamente a ese espacio en el reparto de escaños. Está por ver la implicación de la vicepresidenta Yolanda Díaz en la campaña y si, a pesar de todas las resistencias, Podemos logrará la reagrupación con Íñigo Errejón.

Hambre de elecciones en Vox

El 51,5% de los andaluces aprueba la decisión de Moreno Bonilla de adelantar las elecciones, mientras que solo el 15% se opone al adelanto y al 33% le resulta indiferente o no se pronuncia (téngase en cuenta que buena parte de las entrevistas se hicieron antes de que se anunciara oficialmente la convocatoria, aunque era ya un secreto a voces). Los más satisfechos con el adelanto electoral son los votantes de Vox de 2018 (70%), lo que es lógico, puesto que ese partido lleva meses reclamando la convocatoria. También aprueban la decisión el 66% de quienes votaron al PP y el 59% de quienes apoyaron a Ciudadanos. Incluso entre los votantes de la izquierda son más quienes aprueban el adelanto electoral que quienes lo desaprueban.

En contra de lo que se piensa, el voto del PP en Andalucía es prevalentemente urbano. Su mejor resultado lo obtendría en las poblaciones con más de 100.000 habitantes. Por el contrario, el PSOE se comportaría mejor en los municipios de menos de 50.000 habitantes y se desplomaría en las capitales y grandes núcleos urbanos.

Si en 2018, por primera vez en unas elecciones autonómicas andaluzas, la derecha superó a la izquierda en votos y en escaños, este fenómeno puede agudizarse el 19 de junio. Según esta estimación, PP, Vox y Cs obtendrían un 56,5% de los votos y los tres de la izquierda (PSOE, Por Andalucía, Adelante Andalucía) se quedarían en un 38,7%: una diferencia de casi 18 puntos a favor de la derecha, completamente inédita en los 40 años de democracia.

Ficha técnica

Universo

Personas de 18 años y más censadas y con derecho a voto en las elecciones autonómicas.

Diseño muestral

Aleatorio estratificado no proporcional por provincia y proporcional en cada provincia por tamaño de municipio. Control de cuotas por sexo y edad del entrevistado y por provincia.

Tamaño muestral

953 entrevistas.

Margen de error de muestreo

Para el total muestral no segmentado, ±3,3 puntos porcentuales para
p=q=50 % y nivel de significación del 95 %, siempre en el supuesto de
un muestreo aleatorio simple.

Fechas de campo

25 y 26 de abril de 2022.

Técnica de entrevista

Telefónica asistida por ordenador mediante el sistema CATI. Un 50% de
las entrevistas se realizaron a individuos localizados a través de
teléfono móvil.

Equilibraje

Al finalizar el campo, el fichero de datos se ha sometido a un equilibraje a partir de las siguientes matrices: sexo x edad x provincia; provincia x tamaño de municipio y equipamiento telefónico en el hogar.

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