Andalucia, zona nacional

EL MUNDO 14/07/17
SANTIAGO GONZÁLEZ

Susana Díaz va a presentar una ponencia marco para el congreso regional de su partido que se va a celebrar a finales de este mes de julio. Por otra parte, hoy se van a reunir en Barcelona las ejecutivas del PSOE y el PSC para acordar las relaciones de futuro que en lo básico seguirán respondiendo a los criterios vigentes, a saber: que el PSOE tendrá libertad para emitir opiniones sobre el asunto catalán y el PSC podrá seguir haciendo lo que le venga en gana, o sea, exactamente igual que hasta el momento.

El encuentro sucederá en la víspera de que el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ese fenómeno, sea proclamado candidato a la Presidencia de la Generalidad para el caso de unas hipotéticas elecciones autonómicas, que es la hipótesis que baraja todo el mundo, Oriol Junqueras el primero y luego Rajoy, Ada Colau y Albert Rivera. Los únicos pardillos que no las contemplan son los del PDeCAT, que siguen aparentando creer en el referéndum. Y lo hacen con mucha convicción, que para eso son tontos del método. Claro que tampoco les conviene aparentar fe en unas elecciones que saben que van a perder.

El caso es que el susanismo se ha marcado 42 folios en los que ha desterrado el concepto de plurinacionalidad, brioso caballo de batalla de Sleepy Hollow y de EvoMorales. La mirada de Susana vuelve a la Declaración de Granada, vuelve a Granada, vuelve a su hogar. La ponencia marco establece que Andalucía es zona nacional, no plurinacional, un galimatías conceptual del que no sabemos cómo saldrá Pedro.

No tuvo su mejor día Pedro Sánchez en aquel debate de las primarias que mantuvo con Patxi López y Susana Díaz. Entre el «Pedro, cariño, no mientas», que le dedicó la baronesa y el más letal «Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?», de Patxi, que dejó en evidencia las insuficiencias del candidato sobre el concepto que aspira a gobernar.

Pedro ganó las primarias a pesar de los pesares e insistió en definir a España como nación de naciones, que reformuló en la España plurinacional, ante la falta de entusiasmo de la peña.

La semana pasada, Pedro insistió: «En Europa hay muchas naciones sin Estado que pertenecen a un ente superior, véase Alemania o Francia». Pasmoso. Mi admirado Félix Ovejero, que es profesor de Filosofía Política, lo reprodujo en su cuenta de Facebook con un comentario tan breve como lapidario: «Aclarado: ni puta idea». El hallazgo, que promete abrir los ojos a Macron y Merkel sobre sus respectivos entes superiores, vio la luz en forma de entrevista en las páginas de El Correo.

En ella se niega rotundamente a entrar en cábalas o especulaciones: «Sobre hipótesis no nos podemos pronunciar». Y esta determinación la expresa entre dos ejemplos canónicos de hipótesis que no somete a demostración y no puede llevar a tesis: «Invocar el 155 solo sirve para alimentar el independentismo» y «la única fuerza que resolverá la crisis de Cataluña es la del diálogo». Lástima que Patxi ahora es de los suyos y no se atreverá a hacerle la pregunta pertinente: «Pedro, ¿tú sabes lo que es una hipótesis?».