EL MUNDO – 17/04/16
· Denevi, detenido por tratar con un terrorista de París, se movía por toda la costa mediterránea.
· No era un desconocido. De hecho, llevaba más de cuatro años entrando y saliendo de España. Antoine Denevi estaba en el punto de mira policial por sus vínculos con el crimen, aunque no había sospechas de que estuviera implicado en «algo gordo».
· Por eso, cuando llegó la información de Francia de que este ciudadano que residía en Málaga podía tener vínculos con atentados yihadistas en París vinculados al Estado Islámico (IS) saltaron las alarmas de los servicios antiterroristas.
Los agentes del país vecino pidieron su arresto por tráfico de armas e integración en organización criminal por suministrar material a Amedy Coulibaly, el terrorista que asesinó a cuatro personas en un supermercado judío de París en enero de 2015.
Denevi –27 años, nacido en Sainte Catherine, departamento de Paso de Calais– viajaba a España de forma frecuente desde hacía al menos tres años, según explicaron fuentes de la investigación. En los últimos seis meses incluso había dado el paso de regularizar su situación administrativa.
Málaga, donde fue detenido, no era su sitio fijo. Su ámbito de negocio era toda la costa mediterránea y el detenido no sólo vendía armas a los yihadistas, sino que también trataba con el crimen organizado. Según los especialistas en la lucha contra el yihadismo, a la hora de adquirir armas, todos los entramados delincuenciales coinciden en los mismos sitios. En este caso, se trataba de un mercado de armas que tenía un potente aprovisionamiento de material de la extinta guerra de los Balcanes. De hecho, junto a Denevi la Policía capturó también a un ciudadano serbio y a otro montenegrino.
Las fuentes consultadas entienden que ahí es donde Denevi adquirió las armas que vendió a Coulibaly. La duda es si la venta al terrorista se produjo en España o el detenido trasladó las armas al país vecino. En Málaga se sospecha que el yihadista de París tenía contactos y conocidos en la provincia.
Por eso, ahora la gran preocupación en la seguridad del Estado es conocer los itinerarios que el detenido hacía en España y, sobre todo, los contactos que tenía en las ciudades donde habitualmente residía. Además de Málaga, este traficante de armas también frecuentaba Barcelona y Alicante. La preocupación en la zona es alta porque los especialistas entienden que si residía en aquellas ciudades es porque allí «tenía clientela» para sus productos.
Según informa Interior, Denevi es sospechoso de suministrar armas a Amedy Coulibaly. Durante el asalto al supermercado judío de París, en el que murieron cuatro personas, afirmó que estaba «sincronizado» con los autores de la matanza en la sede de la revista Charlie Hebdo, perpetrada dos días antes. Finalmente, fue abatido por la Policía durante el asalto al establecimiento.
Días antes de perpetrar este atentado, Coulibaly estuvo en España al menos tres días. Acudió al aeropuerto de Madrid para despedir a su mujer, que viajó a Turquía para dirigirse posteriormente a Siria y engrosar las filas del Estado Islámico.
La actuación para detener a Denevi fue llevada a cabo por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional conjuntamente con la Policía Judicial francesa y en colaboración con la Brigada Provincial de Información de Málaga. Como recuerdan fuentes policiales, antes de llevar a cabo sus acciones terroristas, Coulibaly se había provisto de armas y explosivos suficientes para que éstas fueran eficientes y exitosas. Cuando fue abatido, se encontraba en posesión de dos fusiles de asalto AK-47, dos pistolas semiautomáticas y un cuchillo de combate. En el lugar se encontraron también 20 cartuchos de dinamita industrial, dos mechas lentas y dos detonadores.
La inquietud policial crece cuando se pone sobre la mesa la coincidencia de fechas entre la captura de este traficante de armas en Málaga y el hallazgo en Ceuta de un arsenal atribuido al Estado Islámico. En el interior del zulo, además de armas había un pen drive con un listado de objetivos, entre ellos un polvorín militar que los terroristas pretendían asaltar. Este último dato ha provocado que durante las últimas fechas haya aumentado la vigilancia policial sobre estructuras militares.
Los últimas acciones yihadistas en Bélgica y los movimientos detectados en España se analizan en conjunto por los especialistas. Nuestro país está en el nivel de alerta 4 alto, el paso previo a que el Ejército participe en las labores preventivas contra el terrorismo.
EL MUNDO – 17/04/16