Luis Ventoso-ABC

Hay que estar unidos yapoyar, pero también hayque decir la verda

El saber popular castellano nos recuerda que «a hechos vistos, todos listos» (Sánchez, más pedantuelo, lo llama «sesgo restrospectivo»). Sí, a toro pasado es fácil impartir lecciones magistrales sobre el coronavirus. También es verdad que la crisis ha cobrado tales dimensiones que el más genial estadista sudaría tinta frente al doble envite de la epidemia y el descalabro económico. Por último, ante una conmoción así todos los partidos y ciudadanos debemos colaborar con lo que nos pida el Gobierno. Pero todo ello no puede poner en cuarentena el derecho inalienable de oposición y prensa a ejercer la crítica cuando el Ejecutivo no sirva bien al público. Resulta necesario recordar algunas verdades:

-España había llevado tan lejos las transferencias que el

Ministerio de Sanidad era una cáscara casi vacía. Todo lo gestionaban las comunidades. Para los sucesivos presidentes se trataba de una cartera maría, donde se solía colocar a leales del partido legos en la materia. Sánchez eligió al sensato Salvador Illa, que estudió Filosofía y no había pasado de la política municipal. Pero no lo seleccionó para la gestión sanitaria, sino para que con su talante amable y su origen catalán engrasase la relación con los separatistas que lo mantienen. Illa es educado y voluntarioso, pero basta escucharlo para ver que improvisa.

-La descentralización se ha llevado tan lejos que ante una crisis que demanda un mando único estatal muy fuerte, al Estado le cuesta llegar y coordinar. La estructura necesaria para esa tarea se había desmontado.

-Un periodista alemán, donde sufren solo 55 muertos con 19.711 infectados, frente a los más de mil de España con 20.400, preguntó ayer al doctor Simón por los españoles con síntomas a los que no ven los médicos y la falta de test y respiradores. Su única respuesta fue: «No se puede generalizar». Sobre la diferencia de fallecimientos: «No lo puedo explicar».

-Los test son una herramienta clave contra la epidemia, como bien ha demostrado Corea del Sur. En España se están haciendo a cuentagotas, solo en casos serios y a gente con cargos. Preguntado el martes por ello, el doctor Simón anunció test masivos «en uno o dos días». Era falso. Ayer Illa respondió a una pregunta al respecto explicando que «estamos trabajando intensamente para adquirirlos».

-Ha habido errores de juicio (permitir y alentar lo del 8-M). De previsión (Italia, país muy similar, ya estaba en cuarentena y en una batalla terrible y aquí seguíamos con la adulación a ERC y la ingeniería social). Errores de coordinación (como permitir que las comunidades cerrasen los colegios antes de establecerse el confinamiento general, lo que provocó una estampida de familias a lugares de recreo que expandió la epidemia). Y errores de previsión (pese al ejemplo de China en enero e Italia en febrero, nuestras autoridades no buscaron test, mascarillas y respiradores).

Tenemos que mejorar. Todos. También los periodistas que al principio, ignorando lo visto en China, comulgamos con el lugar común de que esto era como una gripe, incluso «menos mortal y contagiosa».