El chico que lleva la agencia de colocación generalidad de Cataluña y amiguetes ha revelado que quiere ser torero. Ojito, no de esos que con tres pases dados con desgana creen que han cumplido. No, no, Aragonés ha dicho que piensa acudir a una plaza dificilísima, la Conferencia de Presidentes Autonómicos que, Dios mediante, si el tiempo no lo impide y la autoridad lo permite, se llevará a cabo en el Senado a iniciativa del conocido empresario taurino Don Alberto Núñez Feijóo, más conocido en los ambientes como el diestro de la diestra. Como la empresa Sánchez y Morlacos Asociados se negaba a convocar la reunión de presidentes autonómicos por miedo a que sus reses fueran devueltas al corral por mansas, el prócer gallego ha salido al paso amparándose en que el Senado puede convocar la Comisión General de las Comunidades Autónomas. Lo mismo de lo mismo.
Es indudable que la capacidad de engañar al morlaco monclovita por parte del torero catalán está demostrada, pero la ganadería popular, astifina, de casta, embestida corta y potentes remos, no va a ser tarea fácil
Aragonés ha declarado que acude “Para trolear al PP”, lo que indica el valor suicida, eso que Borges apodaba “coraje borracho”, del apodado Niño del Referéndum, porque allí se las tendrá que ver con once presidentes, once, más los representantes de Ceuta y Melilla. Es indudable que la capacidad de engañar al morlaco monclovita por parte del torero catalán está demostrada, pero la ganadería popular, astifina, de casta, embestida corta y potentes remos, no va a ser tarea fácil. Este periodista ha hablado con el apoderado, Don Oriol Junqueras, que nos ha dado una noticia bomba: su muchacho cree que puede torear fácilmente a casi todos, pero le tiene pánico cerval a una presidenta tremebunda, acostumbrada a dar revolcones a toreros más pesados – en todos los órdenes, incluido el dialéctico – que Aragonés, tales como Pablito Iglesias, que se cortó la coleta tras medirse con ella, o la conocida Mónica García, que intentó clavarle la jeringuilla todas las veces que pudo pinchando siempre en hueso. “Se conoce que tiene miedo a que el respetable pida que las dos orejas se las corten a él y no a ella”, confesaba con temor reverencial el apoderado, a lo que este cronista ha apuntado “Y el rabo, que también se corta”. Así que en estas andamos. Aragonés ya tiene encargado un traje de pocas luces, normal, y llevará barretina en lugar de montera por aquello de la nota local. Su estrategia consistirá en ver por donde derrota esa presidenta, de nombre Ayuso y de apodo “La niña de la fruta”. Piensa emplear como capote uno hecho con papeletas del 2 referéndum ful y, caso de que las cosas pintan ruina, optará por subirse a una urna de aquellas que los separatas se traían llenas de casa, subirse encima y hacer de Don Tancredo. El caso es trolear, repite el hombre. Torear, trolear, torear, trolear.
De todos modos, el Niño del Referéndum no estará solo. Además de la claque periodística que aplaude a tanto la pieza, contará con la ayuda de su propia cuadrilla integrada por picadores, banderilleros, mozos de estoque, mozos de escuadra, monosabios y monotontos, los más. Añadamos los servicios de tertulianos de urgencia por si hubiera una desgracia, ¡Dios no lo quiera!, integrado por un masajista ideológico de TV3, un comentarista balsámico del ARA y, finalmente, otro de La Vanguardia aunque este último ha dicho que se lo mirará desde la barrera y si conviene pondrá una tirita a cambio de más publicidad institucional. Poco torero pa’ tanto toro, ha comentado un viejo aficionado que vaticina revolcones a punta pala a la que Ayuso se ponga ante el audaz, aunque insensato, diestro.
Aragonés está en capilla rezándole a todos los santos para que Ayuso esté afónica ese día mientras ese magnífico ejemplar político no para de decirle a todo el mundo “¡Bomberos toreros a mí, a estas alturas! ¡No hay torero que me trolee! ¡Dejadme sola, que me lo como!”. Seguiremos informando.