El coordinador general de Ezker Batua-Berdeak, Mikel Arana, afirma que en la Convención Política que esta formación celebrará el sábado en Bilbao, los militantes deben reconocer el «error» de participar en los gobiernos de Juan José Ibarretxe y «no empecinarse en defenderlo».
A su juicio, la participación en los Ejecutivos tripartitos influyó en el «descalabro electoral» de EB, ya que supuso, sobre todo en la segunda legislatura, una «identificación con la visión más nacionalista del derecho a decidir pero, sobre todo, incidió en la forma en la que la ciudadanía percibió a Ezker Batua».
«De ser una organización netamente percibida como transformadora, pasamos a ser percibidos como una organización muy amante del gobierno y capaz de tragar carros y carretas con tal de mantener el poder.
«Nos equivocamos, y yo, el primero, que defendí la entrada en ambos gobiernos», señala hoy en una artículo en su blog, recogido por Europa Press.
En opinión de Arana, el tripartito fue la «peor trampa» para EB y el electorado ya se lo hizo «pagar», así que considera que están en la obligación de asumir un nuevo contrato social con su electorado y garantizarle, «antes de tener la posibilidad o no, no volver a cometer los mismos errores».
Fuera de Gobiernos
Por lo tanto, afirma que «lo exigible sería no volver a participar en gobiernos, ya sean municipales, forales o autonómicos», salvo que EB fuera el partido más votado, y «si alguna aritmética rara obliga a apoyar a algún candidato, hacerlo con un acuerdo programático bien definido, que no implique asumir responsabilidades directas de gobierno».
Respecto a la política de alianzas, el líder de EB cree que «en Euskadi no se dan las condiciones para pactar con Aralar o la izquierda abertzale, por ser fuerzas netamente independentistas, con lo que sabemos que eso condiciona el debate político en Euskadi».
Para Arana, la política de alianzas de Ezker Batua, debería ir orientada a la base del movimiento asociativo, olvidarse de pactos «cupulares» con otros partidos políticos, y profundizar en el entendimiento, «siempre desde el respeto a la autonomía de cada cual, en las organizaciones sindicales, antiglobalización, pacifistas, ecologistas, feministas, alternativas, movimientos vecinales, etc».
En todo caso, si EB participa en las elecciones municipales desde alguna plataforma de esta naturaleza, aboga por mantener la dinámica de trabajo conjunto durante toda la legislatura, «sin divisiones en subgrupos, ni nada que se le parezca a un reparto del botín».
Refundación
Respecto al futuro de la formación, Mikel Arana cree que se tiene que iniciar un proceso de refundación similar al que pretende realizar IU federal, «variando modelos de funcionamiento interno; añadiendo grandes dosis de participación y transparencia; no replegándonos en nosotros mismos, sino abriendo la organización a nuevos sectores y eliminando las luchas cainitas». «Volviendo, en resumen, a ser lo que Izquierda Unida quiso ser en su día, es decir, Izquierda, y, además, Unida», añade.
Todas estas reflexiones del coordinador general de EB serán expuestas en la Convención Política, que tendrá lugar en Bilbao este sábado, después del periodo de reflexión y debate en las asambleas de base, con el objeto de analizar el pasado, el presente y el futuro de Ezker Batua, tras el «batacazo electoral» del pasado 1 de marzo.
Por primera vez, de cara a esta Convención, no había un documento aprobado por la dirección para enmendar, sino un guión abierto, para que cada asamblea pudiera opinar de manera libre y abierta sobre «lo humano y lo divino, sin limitación alguna».
Según Arana, el proceso, «con alguna excepción, ha ido muy bien, se han recibido multitud de aportaciones y todas ellas muy interesantes». El sábado en la Convención, le corresponderá al Consejo Político de Euskadi determinar cuáles de las diferentes líneas de intervención propuestas avala y asume como oficiales de la organización.
EL MUNDO, 11/2/2010