Entrevista a ARANTZA QUIROGA, EL MUNDO 24/06/13
· Es licenciada en Derecho, ha sido la segunda autoridad del País Vasco, es la cara y la voz del PP tras la marcha de Basagoiti y tiene en sus manos el reto de recuperar los votos perdidos y convocar un Congreso para conformar la nueva dirección.
Pregunta.– ¿Qué haya sido designada a dedo por Basagoiti para sucederle en la Presidencia del PP le resta legitimidad para ejercer?
Respuesta.– No me resta legitimidad en absoluto. Las circunstancias eran muy concretas y en los estatutos figuraba la fórmula de designación inmediata.
P.– ¿Descarta celebrar en otoño un congreso extraordinario para elegir el próximo líder?
R.– No hay fecha aún, y no estamos en ese escenario, aunque quiero que se celebre cuanto antes. Pero sería por mi parte una temeridad afirmar que se celebrará en otoño.
P.– ¿Cuál es su objetivo como líder del PP después del resbalón de las últimas elecciones y con ETA fuera de juego?
R.– Estamos ante una nueva realidad. Hasta hace poco, una parte importante de la movilización de nuestro voto era por la firmeza del PP en la lucha antiterrorista. ETA ya no mata, y el Partido debe resultar útil a la sociedad en otro contexto. Debemos liderar la memoria de lo que ha ocurrido porque lo que está intentando el PNV, junto con Bildu y, en algunos momentos, el PSE-PSOE, es hacer una revisión de la historia. Eso no lo vamos a tolerar. Tenemos que hacer una reconversión de gran recorrido, con un PNV sin ideas y Urkullu incapaz de liderar la crisis, para que el PP vasco sea quien mejor garantice los intereses de la sociedad vasca.
P.– ¿A qué se refiere cuando dice que no tolerará revisar la historia?
R.– A dejar bien claro quiénes han sido víctimas y quiénes verdugos. Estos planes de paz que propone el PNV lo que intentan es ser instrumentos para que la sociedad vasca compre la idea falsa de que aquí hemos vivido un conflicto que comienza en el 36, sigue con el franquismo y llega como justificación al terrorismo de ETA. Eso es una perversión de la historia y no lo vamos a tolerar, porque lo que se intenta es justificar los 40 años de terrorismo en democracia. Eso no lo aceptaremos jamás, con nosotros que no cuenten. ETA está vencida, pero hay un intento desesperado por parte de ese mundo de que no se evidencie su derrota.
P.– ¿La política penitenciaria del Gobierno e Rajoy no es negociable?
R.– Ellos han intentado que se ponga el foco en que es el Gobierno quien tiene que dar pasos, cuando ETA y ese mundo no se han movido un ápice. No se ve actitud distinta que ponga en evidencia que realmente hay una convicción del daño causado y que hay un reconocimiento de lo que han hecho. Hoy por hoy, ETA no se ha disuelto y Bildu se niega a reconocer que hay que deslegitimar el terrorismo. La pelota está en su tejado, no en el del Gobierno.
P.– ¿Qué le parece el informe del Colegio de Médicos de Madrid que dice que Bolinaga podía haberse tratado en la cárcel? ¿Debería volver?
R.– Que Bolinaga saliera a muchos nos sorprendió, pero era una decisión contemplada en nuestra Ley Penitenciaria. ¿Qué tenemos que hacer? ¿Desear que se muera ya? Esa decisión fue tomada con los informes médicos que se tenía en ese momento, y eran claros y evidentes. Yo soy partidaria de que esa decisión, que se tomó, se mantenga.
P.– Cambiando de asunto, ¿qué le ha parecido la propuesta de Pere Navarro de que se derogue el concierto vasco y navarro para acabar con los privilegios forales?
R.– Me parece una irresponsabilidad por parte del PSC que en lugar de hacer una revisión de lo que está pasando en Cataluña y ver sus propios problemas de partido, quiera agitar la bandera facilona del Concierto Económico. Es intolerable agitar ese tipo de banderas y enfrentar a los vascos con el resto de los españoles para tapar su incapacidad.
P.– Vamos, que el PP seguirá defendiendo el Concierto y el cupo…
R.– Sí. El Concierto tiene una legitimidad histórica, está recogido y amparado en la Constitución y concita un abrumador apoyo ciudadano. La defensa del Concierto es una de las señas de identidad del PP vasco. Lo ha sido así y así seguirá siendo. No es ningún privilegio ni un blindaje, como dice el PNV. Precisamente lo que supone el Concierto Económico es la manera en la que los vascos estamos contribuyendo al futuro y al progreso de España.
P.– Dígame: ¿usted cree que fue un error apoyar al PSE sin nada a cambio? Porque les ha salido mal electoralmente y no son alternativa…
R.– Nosotros aspiramos a liderar la alternativa. Hace cuatro años, cuando se nos colocó en la tesitura de tener que apoyar un Gobierno del PSE, no se hubiera entendido que el PP no hubiera dado una oportunidad a la alternancia en el País Vasco. No fue un error. Lo que fue un error y lo que nos ha costado votos es la forma en que el PSOE gobernó el País Vasco en estos años. No obstante, ha habido un antes y un después del Gobierno no nacionalista.
P.– ¿En qué sentido?
R.– En el sentido de que habrá imágenes y líneas rojas que ya no se podrán pasar, como la de la Ertzaintza quitando las fotos de presos en Mondragón. Esas son cosas que la sociedad vasca las tiene interiorizadas y no va a haber una vuelta atrás.
P.– Interior ha detectado y advertido de una campaña de hostigamiento de la izquierda abertzale contra la Policía y la Guardia Civil que trabaja en el País Vasco. ¿Es así?
R.– Sí, es así. La campaña de desprestigio la hemos tenido hace una semana en el Parlamento Vasco, cuando el PNV se unió a Bildu para pedir que las fuerzas de Seguridad del Estado abandonen el País Vasco, lo que ha sido una reclamación histórica de los nacionalistas. Ahora el PNV lo quiere disfrazar por la crisis, diciendo que sería un ahorro.
P.– Urkullu dice que su objetivo es sacar al País Vasco de la crisis y no envolverse en la ikurriña. ¿Está mintiendo? Porque todos le ven un moderado comparado con Artur Mas…
R.– Urkullu es, por encima de todo, nacionalista, pero es un nacionalista escaldado de la épica de Ibarretxe. Son conscientes de que fue un error, que llevaron a la sociedad vasca a una confrontación y no quieren ni hablar de eso. Otra cosa es que está en su ADN la independencia, y en el momento que necesite sacar ese argumento y envolverse en la bandera de la independencia para enfrentarse con Bildu lo hará. Su imagen de moderado es una operación de maquillaje. Él y Egibar son lo mismo y, aunque jueguen papeles diferentes uno el radical y otro el tolerante, tienen una unidad de acción.
P.– ¿Qué le parece la reforma de la Administración propuesta por el Gobierno? Las autonomías se han puesto en pie de guerra y el Gobierno vasco dice que no la aplicará…
R.– Es una prueba de que el Gobierno está afrontando una política reformista, valiente. Es una reforma absolutamente necesaria que llevará un tiempo y necesita de una voluntad clara por parte de las CCAA. Esta reforma no la quiere caprichosamente el PP, sino la mayoría de la sociedad española. Hay que eliminar organismos prescindibles y competencias solapadas. El PNV y el Gobierno vasco ponen trabas porque les resulta más fácil recurrir al enfrentamiento, a eso de marcar diferencias con el Gobierno de España, que decirles a los suyos que se quedan sin determinados cargos institucionales. Siempre se refugian en la amenaza y en la confrontación. Superemos de una vez esas estrecheces y trabajemos para el conjunto de la sociedad, no para unas siglas determinadas.
P.– La vicepresidenta ha dicho que la reforma se aplicará sí o sí y que ha llegado la hora del sacrificio de los políticos. ¿Cómo lo interpreta?
R.– Los sacrificios no los puede soportar sólo una parte de la sociedad española. Los esfuerzos deben ser compartidos. Los políticos tenemos la obligación de ajustar las dimensiones de nuestras instituciones, organismos públicos y reducir el impresionante entramado público que se ha extendido durante estos años. Hay que desmontar los chiringuitos públicos, priorizar los gastos, eliminar las duplicidades y ser ejemplares. No hay derecho a que se mantengan privilegios desde lo público mientras a la ciudadanía, que es la que nos paga y mantiene a flote la democracia, se le exprime como a una naranja.
P.– ¿Cómo se contempla el caso Bárcenas desde el PP vasco, teniendo en cuenta que ustedes se jugaban la vida mientras otros se forraban?
R.– Con mucha indignación. Es vomitivo pensar que mientras algunos estábamos aquí manteniendo el tipo, sufriendo, yendo a plenos donde nos temblaban las piernas de miedo, asistiendo a velatorios y viendo a familias rotas, otros estaban sólo para llevarse la pasta. Es repugnante .
P.– ¿No ha reaccionado el PP tarde y mal en ese tema?
R.– Como PP tenemos un problema de desconfianza generado por el caso Bárcenas. Hay que tomar decisiones rápidas, contar las cosas como son y adoptar medidas para que el caso Bárcenas no se repita.
Entrevista a ARANTZA QUIROGA, EL MUNDO 24/06/13