Le Monde alude a la prensa española para señalar que es dudoso que Otegi recupere un papel político de primer orden, y para asegurar que, según fuentes “nacionalistas” vascas, Otegi no podrá reinstalarse en la política activa por mantener sus distancias con la estrategia de la ETA.
Le Monde se hace eco de la liberación de Arnaldo Otegi, “ex dirigente del movimiento independentista ilegalizado Batasuna, brazo político del grupo armado ETA”, después de haber cumplido una pena de 15 meses de prisión, la mañana del sábado 30 de agosto en San Sebastián, donde lo esperaba un centenar de personas. Le Monde recoge cómo Otegi hizo una breve declaración en vasco y español para agradecer a las personas presentes e invitar a hacer una “reflexión política” ya que desde su punto de vista sigue existiendo “un conflicto” vasco e independentistas en prisión.
Recuerda el diario que la condena resultó de la confirmación por el Tribunal Supremo español de una condena de 15 meses de prisión por “apología del terrorismo” al haber participado en un homenaje a una figura histórica de ETA en 2003. La encarcelación, el 8 de junio de 2007, se produjo simbólicamente algunas horas después del final oficial de la tregua de ETA. ETA rompió oficialmente, el 6 de junio de 2007, el “alto el fuego permanente” iniciado en marzo de 2006, haciendo responsable al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero del fracaso de una tentativa de resolución de “conflicto vasco”. Le Monde se refiere a la prensa española para señalar que es dudoso que Otegi recupere un papel político de primer orden y concretamente al diario El País para asegurar cómo según fuentes “nacionalistas” vascas, Otegi no podrá reinstalarse en la política activa, manteniendo como mantiene sus distancias con la estrategia de la ETA. Se señala cómo una fuente de Batasuna “desmintió” esta información que “no había podido comprobarse” ante la “interesada”.
Le Monde recoge la opinión de Florencio Domínguez como “experto en ETA y Batasuna”, según la cual Otegi no se encuentra en “el mejor momento en términos de peso político” tras el fracaso del proceso de paz que él había apoyado y la reanudación de la violencia por parte de ETA. Para Domínguez, ni Otegi ni ningún otro líder de Batasuna tiene el peso suficiente para imponerse ante ETA que, desde el final de la tregua, ha reanudado los atentados y matado a un total de cuatro personas. La capacidad de Otegi para retomar o no un papel político dependerá en gran parte de su futuro judicial habida cuenta de los tres procedimientos que contra él existen en curso. En particular, Otegi arriesga hasta 14 años de prisión en un próximo pleito, cuya fecha queda por fijar, relativa a los vínculos entre Batasuna y ETA. Otegi y dirigentes de Batasuna serán juzgados por “participación en organización terrorista” en el marco de una instrucción del juez Baltasar Garzon que constituye el principal procedimiento de la justicia para demostrar que este partido forma parte del mismo entramado que ETA.
LE MONDE, 30/8/2008