EL CORREO 03/04/14
· El presidente de Sortu aclara que lo que defendió fue la estrategia de la izquierda abertzale de «romper» con el Estado en la Transición.
El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, negó ayer ante el juez que enalteciera a ETA durante una charla ofrecida el 18 de noviembre en Bilbao, en la que aludió al papel de la izquierda abertzale durante la Transición con la expresión: «Acertamos hace 35 años, no vamos a rechazar ni revisar lo que hemos hecho». La asociación Dignidad y Justicia consideró que estas palabras suponían un claro respaldo a la actividad de la banda terrorista, y se presentó como acusación particular. Durante su declaración de ayer en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Arraiz recalcó que no pretendió defender la «lucha armada» de ETA, sino la estrategia de la izquierda abertzale de «romper» con el Estado español.
Fue una declaración muy breve; no llegó ni a la media hora. Arraiz estaba citado a las 10.00 de la mañana y treinta minutos después ya estaba haciendo declaraciones ante los periodistas que esperaban al pie de la escalinata principal de la sede judicial. Sólo respondió a dos preguntas del juez instructor, Borja Iriarte, y a las del fiscal, Juan Calparsoro, que lo mismo que la defensa pide el archivo del caso al considerar que las declaraciones de Arraiz no son constitutivas de delito. El presidente de Sortu no contestó a las cuestiones planteadas por Dignidad y Justicia.
Arraiz llegó alrededor de las 9.45 al Palacio de Justicia acompañado de su abogado, Iñigo Iruin. Allí le esperaba la plana mayor de su partido –Rufi Etxeberria, Pernando Barrena, Joseba Permach, Marian Beitialarrangoitia…–, así como otros representantes de la coalición EH Bildu, en la que está englobada Sortu. Estaban, entre otros, su portavoz parlamentaria, Laura Mintegi, así como Pello Urizar (Eusko Alkartasuna), Jon Iñarritu (Aralar) y Oskar Matute (Alternatiba).
Todos colocados detrás de una pancarta con el lema ‘Adierazpen askatasunaren alde. Jazarpen politikorik ez’ (‘En favor de la libertad de expresión. No a la persecución política’), en una escena con connotaciones muy similares a las vividas cuando tuvieron que declarar como imputados, por casos diferentes, Juan María Atutxa y Juan José Ibarretxe. Entonces, el PNV hizo un llamamiento expreso a sus militantes para que arropasen al presidente del Parlamento y al lehendakari, en dos actos que congregaron a cientos de personas y que, en algún caso, acabó con incidentes y grandes momentos de tensión. Sortu optó ayer por una respuesta más discreta. Cerca de una treintena de personas se concentraron en la explanada del Tribunal Superior. No se produjo ningún tipo de incidente.
Sin libertad de expresión
Arraiz, que en todo momento se mostró tranquilo y sonriente, afirmó a los periodistas que había querido explicar al juez «lo que dije y qué era lo que quería expresar con ello». Según su versión, en aquella conferencia de noviembre afirmó que «hace 35 años, cuando salía del franquismo», el «Estado español tuvo una oportunidad para una ruptura democrática que posibilitara, entre otros, el respeto a los derechos nacionales del pueblo vasco, y que esa ocasión se frustró por la elección estratégica que hicieron determinados partidos políticos».
En ese momento, añadió Arraiz, la izquierda abertzale optó por «esa ruptura democrática». En su opinión, tres décadas después «el pueblo vasco, Euskal Herria, necesita de esa ruptura democrática con un Estado español que no permite decidir libre y democráticamente su futuro a los vascos».
Asimismo, denunció que su paso por el juzgado «evidencia que la libertad de expresión se vulnera en este país y que para algunos, para quienes somos de la izquierda abertzale, siguen sin existir condiciones democráticas para poder afrontar con total libertad el debate político».
A partir de ahora, será el juez Borja Iriarte el que decida si el caso sigue adelante o es archivado.
EL CORREO 03/04/14