ABC 06/08/16
· Lambán apoya la petición de Zapatero para que haya «debate interno», pero Hernando corta de raíz: «No vamos a indultar al PP con una abstención»
El pulso interno sigue Hernando: «No creo que ningún dirigente vaya a cambiar de opinión para indultar a Rajoy» «Aguante» presupuestario Rajoy está «apretando» a los barones con la amenaza de asfixia económica si no desbloquean su investidura
Era cuestión de tiempo que estallara la guerra de nervios que vive el PSOE a propósito de la conveniencia de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Ocurrió ayer, tras haber propuesto formalmente José Luis Rodríguez Zapatero un «debate interno» para revisar el «no» sin esperar a ver si el PP suma los 32 diputados de Ciudadanos. El presidente aragonés, Javier Lambán, apoyó la medida vía Twitter –como el diputado por Teruel Ignacio Urquizu– pero la Dirección demostró que no está por la labor; ni ahora ni cuando Rajoy sume 170. Ordenó cortar el debate de raíz, visto que la primera reacción «en fuentes» a las palabras de Zapatero, el jueves por la noche, no había hecho mucho efecto.
A mediodía salió en Almería, donde disfruta de unos días de vacaciones, el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, para señalar que «todos los socialistas» van a «seguir unidos en el no a Rajoy». Hernando aprovechó la maniobra del PP de forzar una rebelión de los barones contra Pedro Sánchez, para advertir a los populares «que pierdan toda esperanza». «No vamos a aceptar consejos de los dirigentes del PP, un partido procesado por corrupción y financiación ilegal», recalcó. Los 85 diputados socialistas «no indultarán a Rajoy con su voto o abstención», sino que defenderán «la autonomía política del PSOE, le pese a quien le pese y cueste el trabajo que cueste».
Preguntado por la petición de Zapatero, Hernando señaló que «en el último Comité Federal se estuvo debatiendo durante siete horas. Si es necesario más debate porque alguien ha cambiado de opinión, habrá más debate, pero no creo que ningún dirigente del PSOE vaya a cambiar de opinión, porque ninguno va a querer indultar a Rajoy con su voto o abstención».
Ahí está la clave de lo que pasa en el interior del PSOE: ni Pedro Sánchez, por un lado, ni los barones que quieren su relevo (Susana Díaz, Javier Fernández, Javier Lambán, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page y Ximo Puig) van a alzar la voz para pedir otro Comité Federal… de momento. Sánchez no lo va a hacer porque sabe que sería su «muerte» política ante los 190.000 militantes, a los que va a someter su reelección como secretario general dentro de unos meses, en el 39 congreso; y los barones, particularmente Susana Díaz, tampoco quieren hacerle el «trabajo sucio».
Lo cierto es que en aquel cónclave no se aprobó ninguna resolución, para no entrar en colisión ambos sectores. A lo más que llegaron algunos de los barones críticos es a advertir que el secretario general estaba metiendo al PSOE en un callejón sin salida (Javier Fernández) conducente a unas terceras elecciones, que deberían ser «lo único descartable» (Fernández Vara). Como quiera que sea, Sánchez ha seguido sin aclarar si lo que pretende es que Rajoy se «queme» en una investidura fallida para luego ser investido con los votos de Podemos y los nacionalistas, algo que los barones rechazan de plano, estos y la «vieja guardia»
llevan todo el mes de julio presionando más o menos sutilmente a Pedro Sánchez para torcerle la mano a favor de la abstención. Abrieron «fuego» con un manifiesto exdirigentes como Joaquín Almunia, Javier Solana y varios exministros, a los cuales apoyó días después Alfredo Pérez Rubalcaba implícitamente diciendo que lo que proponían es «puro sentido común». Luego llegó González con su petición de abstención. Y ahora Zapatero.
Panorama sombrío
Rajoy está «apretando» a los presidentes autonómicos socialistas, para que estos, a su vez, hagan recapacitar a Sánchez y desbloqueen su investidura. Ayer, en conversación con ABC, el extremeño Vara matizaba que la falta de presupuestos «afecta a todos» los gobiernos regionales y dibujaba un panorama sombrío: «Al no conocer ni techo de gasto ni previsión de entregas a cuenta no se pueden hacer los presupuestos autonómicos. Y las comunidades que incumplimos el objetivo de déficit, pues tendremos más dificultades para cumplir».
Lo mismo que el castellano-manchego, Emiliano García-Page, que insiste en la necesidad de que se «normalice la legislatura» para abordar cuanto antes los problemas que acucian a España. No obstante, hace días dijo que no llegar a tiempo para tener elaborado el presupuesto, según marca la ley, «no me obsesiona demasiado», aunque su equipo de gobierno ya está trabajando en él y «será expansivo pero realista». Sin embargo, aunque se puede presentar «no será tramitable» en las Cortes regionales.
García-Page apuntó que este primer año de legislatura lo ha dedicado a «quitar los cascajos del solar», tras el relevo de Gobierno del PP y aprovechó para criticar al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por sus «amenazas y chulería». «Él mismo se lo guisa y él se lo come».