EL MUNDO 22/08/13
· Ejerce su cargo en los actos del programa festivo y se vanagloria de este «privilegio»
No sólo ignora las resoluciones judiciales que le impiden ejercer de txupinera durante las fiestas para preservar la dignidad de las víctimas de ETA, sino que además, con tono chulesco, lanza una advertencia a la Justicia: «Esta semana yo no soy Jone (Artola), ella ha quedado en una esquina. Yo soy la txupinera de Bilbao».
A Artola, destacada dirigente abertzale vinculada con asociaciones del entorno de ETA, le faltó tiempo para burlarse de la Justicia al enfundarse la indumentaria de txupinera (casaca roja y txapela del mismo color) apenas una hora después del lanzamiento del txupin, que ya había protagonizado pese a no poder prender la mecha. Desde entonces, no se ha desprendido de su indumentaria en un continuo desafío a los tribunales, que le han inhabilitado para ejercer ese papel en todos actos oficiales del programa. Pese a ello, sigue ejerciendo de txupinera oficial a sus anchas y allí por donde va hace gala de su condición con la connivencia de la organización de la Semana Grande, que avala su presencia en los diferentes actos festivos.
Y quien ha compartido listas ilegalizadas con el etarra Josu Ternera se ríe de las prohibiciones judiciales tanto con hechos como con palabras. Ayer, en un nuevo acto festivo, la tradicional visita del circo a los niños ingresados en el hospital de Basurto, sacó pecho para dejar bien claro a la Justicia que las sentencias no van con ella. «Yo soy la txupinera de Bilbao», proclamó a Efe. Y prolongó su desafío: «El ser txupinera es un privilegio que sólo te pasa una vez en la vida, por eso estoy disfrutándolo». Así, garantizó que seguirá ejerciendo el cargo hasta que el domingo finalicen las fiestas.
La reacción no se ha hecho esperar. Al constatar que «no se está cumpliendo» la resolución judicial, su impulsor, el delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, no descarta volver a la Justicia para «depurar responsabilidades». Para ello, aguardará a que el juez se pronuncie con una sentencia firme (la medida que inhabilitó a Artola fue cautelar) y, si se le da la razón, estudiará emprender nuevas acciones legales, según confirmó a este periódico. En este caso también actuaría contra el Ayuntamiento (PNV) por «permitir» que haya ejercido de txupinera. «Como organizador tiene que impedir que se incumpla la resolución», censuró.