ABC – 28/06/14
· Artur Mas no asistió al discurso del Rey en el Fórum Impulsa, en su primera visita a Cataluña.
En la que fue su primera visita a Cataluña como Rey, Felipe VI pronunció el pasado jueves un sentido discurso en la inauguración del Fórum Impulsa en Gerona. En catalán, lengua que utilizó generosamente y con la que abrió y cerró su parlamento, el Monarca quiso transmitir un mensaje de «convivencia, respeto y entendimiento». No obstante, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien días atrás había invitado al Rey a ejercer de mediador con el Gobierno en el desafío secesionista que promueve, no estuvo allí para escucharle.
El mandatario catalán, como ya hiciera el año pasado cuando Felipe era Príncipe, solo acudió al Fórum Impulsa para la cena del patronato de la Fundación Príncipe de Girona que lo organiza. Mas, de hecho, como presidente de la Generalitat, ostenta la vicepresidencia del citado patronato. Pero solo fue a cenar.
Llegó a la sede del Fórum , el Palacio de Congresos de Gerona, pocos minutos antes del ágape. Saludó a Don Felipe y Doña Letizia, posó sonriendo ante los «flashes» y enfiló rumbo a la sala habilitada para la cena.
Con todo, el gesto de Mas no sorprendió a nadie. Había sido avanzado por Presidencia y se suma al currículo de desplantes a las autoridades del Estado que en los últimos años, desde que abandera la causa independentista, ha acumulado el «president». Sin ir más lejos, la semana pasada. Tras amagar con no asistir al acto de proclamación de Felipe VI en el Congreso alegando un viaje a Estados Unidos, finalmente sí acudió. Pero no aplaudió, como tampoco el lendakari Urkullu, el discurso del Rey.
Mas ofende al nuevo jefe de Estado como ya hiciera con su predecesor. El 27 de septiembre de 2012, dos semanas después de la manifestación independentista de la Diada catalana, Don Juan Carlos acudió a Barcelona a inaugurar la nueva terminal de la empresa china Hutchinson en el Puerto de Barcelona. A la hora de las fotos, el Monarca invitó a Mas posar justo a su lado, pero este cedió su puesto a los empresarios y se desplazó a un extremo del encuadre. Adujo que no quería robarles protagonismo a los dirigentes de Hutchinson.
Otro capítulo aún más polémico ocurrió en Barcelona el 17 de octubre del año pasado. Una hora antes de la entrega de premios de la patronal catalana Fomento, en la que Mas iba a coincidir con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el presidente de la Generalitat anunció que no iba. La plantó y dejó su silla vacía. El motivo: enterarse de que no presidiría el acto, lo que conlleva cerrarlo con un discurso. Porque Santamaría había apelado a su condición de presidenta en funciones –Rajoy estaba de viaje a Panamá–, para hacerlo ella. Desde la Generalitat, insistieron en que las normas del protocolo les daban la razón; un supuesto rigorismo que en muchas ocasiones ha quedado en evidencia.
Léase lo sucedido el pasado 24 de abril también en la capital catalana. Mas pronunció el discurso inaugural del Foro de Marcas Renombradas Españolas, que clausuró el presidente Rajoy. Mas pronunció su parlamento y no tuvo a bien esperar para coincidir con Rajoy, quien apenas una hora después intervino para cerrar el acto.
ABC – 28/06/14