EL MUNDO – 11/09/14
· Clama contra las «divisiones internas» en su discurso institucional de la Diada.
· Tratará de aprovechar la movilización de hoy en la crucial semana que viene.
Artur Mas no relajó la presión sobre Esquerra que CiU lleva a cabo en los últimos días ni siquiera en su discurso institucional previo a la Diada de Cataluña de hoy. En un mensaje que pronunció desde el Salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, el mismo en el que en 1713 los barceloneses tomaron la decisión de resistir hasta el final el empuje de las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión, el presidente de la Generalitat llamó a sus socios a no romper «la unidad» de los partidos a favor del referéndum.
Las últimas palabras del líder de ERC, Oriol Junqueras, acerca de qué hacer si se produce un veto del Tribunal Constitucional (TC) a la consulta han provocado más tensión entre los republicanos y CiU. Junqueras afirmó que es partidario de la «desobediencia civil» si se prohíbe el referéndum; sus socios no están dispuestos a llegar tan lejos.
Bajo ese prisma pueden entenderse algunos pasajes del mensaje de Mas a los catalanes, que se emitió grabado por TV3 a las 21.00 horas. Afirmó que los dos pilares del «proceso político que vive Cataluña» son «la mayoría social que lo hace posible» y «el consenso político que lo vertebra». Y, en relación con este segundo aspecto, añadió una frase sin duda dirigida a sus socios de ERC: «Mi voluntad es que esta unidad no se agriete y que incluso se pueda ampliar, para seguir dando respuesta al anhelo de la mayoría de la sociedad».
En otro momento, el presidente de la Generalitat se refirió a «la oportunidad de poner los cimientos de una Cataluña mejor» que, según él, ofrecería la celebración de la consulta –y la posterior construcción de un Estado propio, es de entender–, pero advirtió: «Hay que aparcar nuestras, a veces excesivas, divisiones internas».
Mas también quiso dar anoche el último impulso a las manifestaciones de hoy en favor de la celebración de una consulta soberanista en Cataluña. Lo hizo asistiendo por primera vez al Fossar de les Moreres, tradicional feudo independentista, y luego en el discurso, en el que dio por hecho que la movilización en Barcelona será un éxito y que «demostrará al mundo» que los catalanes quieren votar el 9 de noviembre.
Nadie en el escenario político catalán, ni entre los independentistas ni entre quienes se oponen a la ruptura con el resto de España, duda de que la marcha de hoy –que ocupará las dos principales arterias de Barcelona, la Diagonal y la Gran Vía, formando una gran V– convocará de nuevo a cientos de miles de personas. El problema para Mas es que muchos de esos independentistas no acudirán tanto por presionar al Gobierno de Mariano Rajoy como a la Generalitat, para que saque las urnas a la calle a pesar del previsible veto, como piden Junqueras y la CUP.
CiU, en cambio, no para de lanzar señales en sentido contrario. Está claro, ya lo ha dicho Josep Antoni Duran Lleida, que Unió se opone a desobedecer al TC, y ayer Convergència respondió por boca de dos de sus principales pesos pesados a la idea de ERC. «¿Queremos hacer un simulacro de consulta o una consulta? Nosotros trabajamos para hacer una consulta. Si se sacan las urnas a la calle, mal asunto, porque deben estar en los colegios electorales», dijo Josep Rull, número dos del partido. El portavoz del Govern, Francesc Homs, dijo por su parte que no se sienten presionados por las palabras del presidente de ERC.
El tono del mensaje de Mas, menos reivindicativo que el de años anteriores, se compadeció con los actos institucionales de la Diada, que el Govern ha decidido este año trasladar a la jornada previa de la celebración propiamente dicha. Sólo la elección del marco, el Fossar de les Moreres –escenario habitual de marchas de antorchas y reivindicaciones independentistas, porque se dice que allí están enterrados los muertos en la caída de Barcelona de 1714– escapó a la sobriedad.
Las movilizaciones de hoy abrirán unos días cruciales para el plan de Mas, que busca desesperadamente convencer al Gobierno central de que permita la consulta. «Todavía están a tiempo de escuchar el clamor de este pueblo», dijo anoche el president en su discurso televisado.
Sin ninguna duda, Mas tratará de propulsarse en la marcha de hoy para encarar la semana que viene, que se iniciará con el debate de política general en el Parlament, el más importante del año. El jefe del Ejecutivo catalán lo ha adelantado un día para dejar libre la fecha del 18 de septiembre, día en el que Escocia decidirá si sigue perteneciendo al Reino Unido. El Govern seguirá instando a Rajoy a hacer como David Cameron y permitir la consulta; mientras tanto, Mas ya afirmó ayer que una victoria del sí «ayudaría» a Cataluña.
Como colofón, el viernes de la semana que viene se celebrará un debate monográfico en el Parlament para aprobar la ley de consultas. A partir de ese momento, probablemente ese mismo día, Mas firmará el decreto de convocatoria y Cataluña entrará, según sus propias palabras, en «terreno desconocido».
EL MUNDO – 11/09/14