EL CORREO 01/11/14
· «Completaremos el operativo, que ya está prácticamente acabado», sostiene el presidente de la Generalitat
El presidente de la Generalitat confirmó ayer su convicción de que la votación del 9-N es «imparable». Después de conocer la intención del Gobierno central de impugnar también su consulta alternativa, Artur Mas compareció en rueda de prensa y, con tono duro y de ataque frontal al gabinete de Mariano Rajoy, se comprometió a culminar los preparativos de la votación. «Completaremos el operativo, que ya está prácticamente acabado», desafió.
Mas insistió en que la voluntad del Ejecutivo catalán de poner las urnas el 9-N es «total». Eso sí, no garantizó que la votación pueda llegar a producirse porque ignora qué puede pasar la semana que viene y «hasta dónde puede llegar el Gobierno español».
Pese a todo, advirtió a Rajoy que lo que «quiere suspender no se puede parar». El argumento del Palau de la Generalitat es que La Moncloa pretende prohibir algo que no se está haciendo. «No estamos aplicando el decreto del 9-N, esto no es un referéndum encubierto», dijo. Mas rebajó tanto el alcance del proceso participativo que lo puso casi a la altura de una encuesta. En cualquier caso, hizo una encendida llamada a la ciudadanía a participar en el 9-N y a dar una lección de democracia y civismo, uniéndose a la movilización que la Asamblea Nacional de Cataluña prepara ante los colegios electorales.
No entró en detalles, pero dio a entender que en cuanto el Tribunal Constitucional suspenda la consulta alternativa la organización de la votación ya no dependerá del Gobierno catalán sino de los 40.000 voluntarios. Indicó, de hecho, que el Gobierno catalán ya está cediendo los locales.
Normas establecidas
Está por ver quién los abre en caso de veto de la corte. Mas tampoco respondió a si los Mossos retirarán las urnas si el Constitucional tumba el sucedáneo de consulta. Su intención, y así lo expresó, es actuar «dentro de las normas establecidas», como cuando decidió paralizar el referéndum original, aunque matizó que «todo el mundo que es atacado tiene derecho a una legítima defensa».
Además de completar el operativo de la votación, la respuesta del Ejecutivo autonómico a la impugnación de Mariano Rajoy buscará la defensa legal del «proceso participativo» en el breve espacio que queda hasta el 9-N.
El presidente de la Generalitat ha encargado a sus servicios jurídicos que emprendan acciones legales contra el Gobierno central por «abuso de poder y de derecho», según anunció. El dirigente nacionalista, que acusó al presidente del Ejecutivo de estar haciendo el ridículo en el contencioso catalán para tapar los casos de corrupción, añadió que protege las competencias de Cataluña en materia de participación ciudadana.
El mandatario cree, además, que el Gobierno central está haciendo un uso «impúdico» e «impropio» del Constitucional para que resuelva su «incapacidad» de afrontar un «conflicto político». Mas convocará también el pacto nacional por el derecho a decidir.
El jefe del Govern fue incluso un paso más allá y relacionó la respuesta que está dando el Gobierno central a la consulta del 9-N con los escándalos de corrupción que salpican la política madrileña. Muchos de ellos, vinculados con dirigentes y cargos públicos del PP. A su juicio, sería una especie de cortina de humo. «No sé si es del todo ajeno que el Gobierno gesticule tanto en el tema catalán cuando en los últimos días ha pasado lo que ha pasado en Madrid, y hay informaciones de todo tipo. No sé si es del todo casual», insistió Mas.