Artur Mas reniega del ‘ejemplar’ David Cameron

· Pide desoír las voces interesadas que alertan a Cataluña de su salida de la UE.

· De ejemplo de talante democrático a enemigo. Artur Mas ha olvidado rápidamente los tiempos en los que contraponía la sensibilidad de David Cameron para escuchar los anhelos secesionistas de los escoceses con la negativa de Mariano Rajoy para atender su petición de celebrar una consulta de autodeterminación en Cataluña.

El premier británico dejó de ser un referente para el presidente de la Generalitat cuando el viernes le advirtió de que, si rompía unilateralmente con el resto de España, Cataluña saldría de la Unión Europea y tendría que «ponerse a la cola» de los países que aspiran a entrar en ella para lograr su reingreso. Obviando las muchas veces que había aplaudido a Cameron ante su electorado, ayer Mas pidió desoír «las voces interesadas de los estados que se protegen entre ellos» y rechazan el proceso soberanista catalán. «Cataluña estará dentro de Europa y el euro, y con las condiciones que tenemos hoy», auguró el presidente de la Generalitat olvidando la contundencia empleada por Cameron durante su visita a La Moncloa.

Atrás quedaron los tiempos en los que el presidente de la Generalitat felicitaba públicamente a Cameron por haber autorizado el referéndum escocés. «El ejemplo británico debería ser un espejo para España, es el espejo de la democracia. Trabajaré para que Rajoy haga de Cameron», clamaba Mas en 2012. «Quizás si el Gobierno mira al exterior y deja de mirarse el ombligo sabrá encontrar ejemplos de cómo se pueden afrontar las cuestiones democráticas que plantea Cataluña», añadía ese mismo año el portavoz catalán Francesc Homs refiriéndose al primer ministro británico.

Mucho han cambiado las cosas y, ahora, Mas y sus compañeros de candidaturatratan de desautorizar los avisos de los principales mandatarios europeos sobre los riesgos de la secesión. Avisos como el de Cameron, pero también como el de la canciller alemana, Angela Merkel, que el pasado martes, en compañía de Rajoy, avisaba al president de que «todos tienen que respetar y garantizar la soberanía nacional y la integridad territorial de los Estados».

Pese a la acumulación de advertencias, la lista soberanista de Junts pel Sí sigue dando por hecha la permanencia de una eventual Cataluña independiente en Europa. En su recién presentado programa electoral, la lista independentista considera garantizado que la «República Catalana» será «un nuevo miembro de la UE» e incluso se atreve a augurar que podrá influir en sus integrantes para «promover un modelo de Europa federal» y convertir el catalán en «lengua de trabajo en la Unión Europea». Más parecido a una retahíla de objetivos que a un programa electoral, el documento también precisa que, en caso de secesión, Cataluña multiplicará sus embajadas en el exterior e integrará sin dificultad alguna su banco público de nuevo cuño en el Sistema Europeo de Bancos Centrales.

La lista de deseos, que para Junts pel Sí parecen ser certezas, se completa con el nacimiento de una Agencia de Seguridad Social propia que suministrará mejores pensiones, con la cobertura sanitaria universal para todo afincado en Cataluña, cambios legales para que los corruptos tengan que responder con su patrimonio y no puedan formar parte de listas electorales, un IVA superreducido para incentivar la actividad cultural o la garantía de que el rápido reconocimiento internacional de Cataluña como nuevo Estado permitirá a sus deportistas participar en los próximos Juegos Olímpicos.

«No se nos ha ido la olla, es nuestra respuesta a la intolerancia», sentenció Mas.

LA LISTA DE ANHELOS DE JUNTS PEL SÍ

Reconocimiento internacional. El programa de Junts pel Sí da por hecho que Cataluña será miembro de la UE y las Naciones Unidas, que su banco será reconocido por el BCE y que sus deportistas participarán en los próximos JJOO. Mejores pensiones. La candidatura promete mejores pensiones, estudiar una renta garantizada o implementar un IVA cultural superreducido. Lucha contra la corrupción. Los corruptos de la República Catalana tendrán que responder con su patrimonio y no podrán formar parte de listas electorales.

EL MUNDO – 06/09/15