La noticia de que un sirio ha acuchillado a cuatro niños y dos adultos en la localidad francesa de Annecy ha generado una briosa respuesta en la prensa de progreso. Susanna Griso lo explicaba con rotundidad: “En un país genera una conmoción y  en un país como Francia son votos para Le Pen, para la ultraderecha, esto es un regalo, es tremendo”. Porque en un país tan tocado por el terrorismo que lleva tantísimos atentados en su piel, tantísimas cicatrices que han dejado0 sujetos como este, que actúan con sa falta de humanidad, con esa crueldad, no, no sé…”

Philmore A. Mellows lo refería en clave sarcástica: “algo estaremos haciendo mal como sociedad si no somos capaces de integrar a alguien que acuchilla [MOU1]  a niños…”

La Universidad del País Vasco ha propuesto  como comentario de texto para el acceso a la Universidad un texto, o quizá textículo, en la prueba de lengua castellana y literatura, titulado ‘Pijos o Cayetanos’. Se trata de una pieza inenarrable, carente de sintaxis y ayuna toda ella de elementos gramaticales como la concordancia. Véase en comienzo o empiece: La gente joven ya no habla de pijos, sino de cayetanos. Pijo era el que en su vestuario, modales, lenguaje, etc. manifiesta  (aquí debió escribir ‘manifestaba’) afectadamente gustos propios de una clase social adinerada”. Y todo en este plan.

Cuenta El Confidencial que “Sumar lanza el órdago final a Podemos: Irene Montero no puede ir en las listas”. Pues ya la tenemos liada. Las huestes de Pablo Iglesias dan la cosa por tan perdida ya que han registrado un nuevo partido en el Ministerio del Interior: ‘Juntas Sí se puede’ para concurrir al margen de Sumar. Hay que pagar la hipoteca de Galapagar. Ahora dicen que fue un error. No es que Irene no haya hecho méritos para hacer enemistades por doquier. Su burricie y sus éxitos. Pero el bodrio de la Ley Sisí la tiene a ella como autora, es cierto, pero tiene muchos responsables. El primero, Pedro Sánchez, presidiendo el Consejo de Ministros en el que se aprobó. Pero también Yolanda Díaz y Los restos de Ciudadanos, aquellos diez diputados que la votaron en el Congreso.

El fiscal general del Estado, Alvaro García Ortiz, se ha pasado por el arco de triunfo el criterio mayoritario del Consejo Fiscal para que no nombre a Lola Delgado presidenta de la Sala de Derechos Humanos y Justicia Democrática. Y la ha nombrado.

El doctor Tricornio colgaba una advertencia en Twitter: “Vosotros sois muy jóvenes, pero hubo una época en España en la que Yolanda Díaz dijo esto de Pablo Iglesias: “La historia de España ha cambiadop gracias a él. España hoy es diferente. Todo ha cambiado ya. Pablo con todas vosotras ha pateado el tablero, ha roto con los partidos del régimen del 78. Ha puesto todo patas arriba. De ahí los miedos que tienen otros. No nosotros; los miedos de los que explotan a la gente. Por eso vengo hoy a recordaros que todo ha cambiado ya, Pablo ha hecho historia, que lo vamos a estudiar nuestras hijas en los libros de historia porque ha puesto todo patas arriba”.

Mi querida Aurora Nacarino-Brabo se admiraba de la pregunta que la cópula de Podemos ha hecho a sus bases:  “¿Aceptas que el Consejo de Coordinación de Podemos, siguiendo el criterio de unidad que marcó  el Consejo Ciudadano Estatal negocie con sumar y acuerde una alianza electoral entre Podemos y Sumar?” Comentaba Aurora que la pregunta del referéndum de la OTAN era prosa diáfana al lado de esto. Habría que compararla con la pregunta del referéndum sobre la iniciativa del proceso autonómico de Andalucía, que decía: “¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciativa prevista en el artículo ciento cincuenta y uno de la Constitución a efectos de la tramitación por el procedimiento establecido en dicho artículo?” La gente respondió que sí, cuando debió responder: “la gallina”.