EL MUNDO 13/06/13
Algunos cometieron crímenes que han prescrito y otros tienen causas pendientes
Veteranos etarras que permanecen huidos y deportados en otros países (en algunos casos desde hace 30 años), y que tuvieron un papel relevante en la banda terrorista, integrarán el grupo de interlocución de este colectivo que pretende tener un papel activo en el que denominan proceso de pacificación en el País Vasco. De hecho, exigen al Gobierno «hablar directamente» con ellos para alcanzar una solución «integral» a la «resolución del conflicto vasco».
En su desafío al Ejecutivo, los etarras han elegido como representantes a 14 terroristas que cuentan con delitos aún no prescritos y a deportados con un abultado currículum, así como a ex dirigentes o miembros que han liderado el grupo de huidos o deportados en Suramérica.
Entre ellos se encuentran Tomás Linaza Etxeberria, deportado por Francia a Cabo Verde en 1985; Alfonso Etxegarai, que reside en Santo Tomé desde 1986; Josu Abrisketa, Txutxo, deportado a Cuba en los 80; Josu Lariz, en Uruguay desde 1986, y Raquel García, que vive en Bruselas desde 1995 tras serle concedido el asilo. Los otros nueve designados residen en la actualidad en el País Vasco francés y, entre ellos, destaca Eloy Uriarte, Señor Robles, líder durante muchos años del aparato de finanzas de ETA. Cobraba en persona a los empresarios vascos que pagaban la extorsión y está en libertad provisional desde 2007.
También sobresale Jokin Aranalde, que se encuentra en busca y captura por la Justicia española desde el año 2002, cuando huyó a Francia tras ser procesado por la Audiencia Nacional por integración en ETA. Es el padre de otros dos etarras.
A Tomas Linaza, la Policía le vincula con el asesinato en 1980 de seis guardias civiles en una emboscada en Lekeitio, un delito que habría prescrito. Alfonso Etxegarai integró el comando Vizcaya y EEUU le ha incluido en una lista sobre financiación del terrorismo. Josu Lariz Maki,fue el máximo responsable de ETA en Uruguay. La Audiencia Nacional, que no ha logrado su extradición, le atribuye un atentado en Eibar en 1984 contra un vehículo policial.
Josu Abrisketa, Txutxo, fue condenado a 62 años de cárcel en el proceso de Burgos. Aunque fue amnistiado en 1977, volvió a ETA y en 1984 fue deportado por las autoridades francesas a Panamá, aunque poco después fue trasladado a Cuba.
Los nombres se dieron a conocer ayer en Bayona en un acto en el que participaron una treintena de personas. Rechazaron responder a si los huidos sin causas pendientes tienen previsto regresar a España y se negaron a informar de cuántos son. Se remitieron al acto que tendrá lugar este sábado en Biarritz, donde difundirán su «propuesta» para la «resolución del conflicto vasco».
Piden visitar a detenidos
Los diputados de Amaiur iniciaron ayer una ofensiva en toda regla en defensa de los dos presuntos etarras detenidos. Por la mañana, enviaron una carta al presidente de la Comisión de Interior del Congreso, Juan Carlos Aparicio (PP), para que gestione con el Ministerio una visita «urgente» de una «delegación» de diputados –en la que quieren estar– a los detenidos. Además, quieren ver las dependencias donde están. El objeto de la visita sería «comprobar que se están cumpliendo las recomendaciones recogidas en el informe del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura».
Por la tarde, los diputados Iker Urbina y Xabier Mikel Errekondo acudieron a la Oficina de la defensora del Pueblo y se reunieron con los responsables del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura. Urbina denunció que «no tiene sentido» que estén «incomunicados y detenidos» porque los hechos de los que se les acusa ocurrieron hace 11 años.