“…Después de que el estado español haya abandonado sus acusaciones, y basándose en un única acusación popular se ha iniciado un proceso susceptible de poner en evidencia la desmesura de un sistema político-jurídico puesto en marcha por España en su lucha contra el terrorismo vasco…” . Este reportaje incluye también una entrevista con el ex-director de Egunkaria, Martxelo Otamendi, director actual de Berria.
Más de seis años después del cierre del periódico vasco Euskaldunon Egunkaria, el proceso contra los cinco miembros de la dirección del diario se ha iniciado esta semana en la Audiencia Nacional en Madrid. Después de Egin, cabecera próxima al independentismo vasco, Egunkaria es el segundo periódico que se cierra en España desde la transición democrática.
“Jamás hubiera dirigido un diario a las órdenes de ETA”. Con estos términos Martxelo Otamendi, antiguo director del periódico Euskaldunon Egunkaria (literalmente el periódico de las personas que hablan vasco, en adelante Egunkaria) se manifestó en su declaración del primer día del proceso contra el periódico en lengua vasca (euskera) clausurado por la justicia española por sus presuntas vinculaciones con la ETA. Hasta su cierre, Egunkaria era el único diario que se publicaba íntegramente en euskera. Por esta razón, contribuía a la normalización lingüística del euskera y constituía un canal de difusión de primer orden para los agentes culturales vascos. Fundado en 1990, respondía a los deseos de una parte de la sociedad vasca de ser informada en una lengua considerada como una de las más antiguas de Europa. No obstante, después de doce años de existencia, el 23 de febrero de 2003, efectivos de la guardia Civil española irrumpieron en las dependencias del diario con el fin de proceder a su cierre provisional y a arrestar a los directivos del diario. Inmediatamente se apoderaron de las diferentes instalaciones y materiales ligados a la elaboración del diario. El juez Juan del Olmo, encargado de la instrucción, informó que el cierre y las detenciones procedían de una investigación policial que encontraba presuntas vinculaciones del periódico Egunkaria con la ETA. Toda la dirección del medio fue acusada y encarcelada en base a los severos criterios de la legislación antiterrorista española. El golpe de la Guardia Civil marcará el inicio de un procedimiento judicial rocambolesco que durará más de seis años, basado principalmente en dos acusaciones: la financiación del periódico por la ETA y el control del diario por la misma organización.
La ofensiva de la justicia española provocó una fuerte conmoción en el seno de la sociedad vasca, mucha gente consideró la clausura del periódico como un ataque directo contra la identidad vasca. Dos días después del cierre, las calles de San Sebastián conocieron la mayor manifestación popular jamás sucedida en esta ciudad. El cierre de Egunkaria, a pesar de su carácter “provisional” se convirtió de hecho en definitivo cuando, un año más tarde, el juez ordenó la liquidación de los bienes y activos de la empresa que editaba el periódico. A finales de 2006, en pleno proceso de negociación entre el gobierno español y la ETA, una resolución del fiscal de la Audiencia Nacional solicitaba la retirada de la acusación por falta de pruebas suficientes que mantuvieran los vínculos concretos entre Egunkaria y la ETA. A pesar de todo, el procedimiento judicial siguió su curso sobre la base de la única acusación particular de las asociaciones de víctimas del terrorismo Dignidad y Justicia y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Después de que el estado español haya abandonado sus acusaciones, y basándose en un única acusación popular se ha iniciado un proceso susceptible de poner en evidencia la desmesura de un sistema político-jurídico puesto en marcha por España en su lucha contra el terrorismo vasco. Los cinco acusados, Txema Auzmendi, Xabier Oleaga, Joan Mari Torrealdai, Iñaki Uria y Martxelo Otamendi llegaron a la Audiencia Nacional con el apoyo de importantes personalidades del mundo político y sindical vasco y catalán. La acusación popular pide entre 12 y 14 años para los cinco directivos de Egunkaria por formar parte de una organización terrorista. Durante esta primera fase de un proceso que se retomará el 12 de enero de 2010, todos negaron que la ETA ejerciera su poder sobre el diario con el nombramiento de los directivos y administradores de la empresa mediática. La acusación está basada en los documentos incautados a miembros de la ETA en los que aparecían discusiones sobre Egunkaria. Sin embargo, en 2006, el fiscal Eduardo Fungairiño solicitó el archivo de la causa porque no existía ninguna prueba anterior a la creación del diario que ligara a la ETA con Egunkaria. A pesar de eso, durante segundo día de la vista, los agentes de la Guardia Civil española que habían solicitado el cierre del periódico continuaban defendiendo los nexos entre Egunkaria y la ETA. Uno de los agentes de la Guardia Civil que instruyó la investigación contra el periódico aseguró delante del juez que las relaciones entre el periódico y la organización terrorista eran “evidentes”. No mencionó por lo tanto la documentación de la ETA ni aportó nuevas pruebas. En una rueda de prensa, Martxelo Otamendi manifestó que este proceso es la consecuencia de un empecinamiento de la Guardia Civil y que “este proceso puede poner en peligro su reputación”. Con una gran incertidumbre sobre el resultado del proceso se retomará la vista el próximo 12 de enero. Será el momento de estuchar los testimonios de antiguos dirigentes de la ETA, responsables de la organización en el momento de la creación de Egunkaria. La defensa tratará de demostrar que la ETA no era ni el destinatario ni el beneficiario del periódico.
Carmen Lamarca Pérez, profesora de universidad, considera que “el cierre de Egunkaria no tiene ninguna justificación. Era un simple periódico en euskera con una tirada extremadamente reducida. La única explicación debe buscarse en el clima político que reinaba contra la política y la cultura vascas en 2003 con un gobierno español de derechas. No había ninguna razón para cerrar ese periódico”. Está convencida de la inocencia de los cinco acusados afirmando que Egunkaria era “un proyecto cultural destinado a promocionar la lengua vasca. Ninguno de los acusados tenía conexiones con la política. Las únicas pruebas aportadas por la acusación son el descubrimiento de revistas de comunicados de la ETA en la redacción del periódico. No hay otros elementos tangibles. No es posible acusar a una persona de colaborar o de estar al servicio de la ETA sobre esta base”.
Durante las declaraciones, los cinco acusados denunciaron haber sido maltratados y torturados tras su detención. Hasta hoy, ninguna de las denuncias interpuestas han desembocado en condenas de agentes de la Guardia Civil. Al terminar su declaración, uno de los acusados, el jesuita Txema Auzmendi denunciaba mirando a los ojos del juez Bermúdez que “ni los animales deberían sufrir las humillaciones que nosotros hemos sufrido en las dependencias de la Guardia Civil. Los jueces, guardianes de los derechos del hombre no pueden ignorar este tipo de prácticas en un estado de derecho como España”.
17/12/2009
Entrevista a Martxelo Otamendi
Tras Las primeras sesiones del proceso contra Egunkaria, conversación con Martxelo Otamendi, exdirector de Egunkaria, en los pasillos de la Audiencia Nacional.
-¿Cuáles son sus reacciones tras el inicio del proceso después de casi siete años de investigación?
– Me encuentro bien. Yo trabajaba en el único periódico en euskera. El fiscal del Estado retiró su acusación en 2006 y el proceso continúa sólo con la acusación popular.
– Vivimos un tiempo difícil para el movimiento político y cultural vasco. ¿Qué espera tras esta primera audiencia?
– La justicia no debería cambiar en función del clima político. Efectivamente, el periodo actual es extremadamente negativo, pero nosotros (los cinco acusados) no somos culpables de ningún delito. No hay ninguna prueba que sostenga la acusación de que la ETA fundó Egunkaria. La justicia tiene que disculparse.
– El cierre de Egunkaria ha sido considerado como un ataque contra el euskera y la libertad de expresión. Hoy en día, Berria ha sustituido a Egunkaria en el panorama de los medos vascos. ¿Hay diferencias entre estas dos cabeceras?
– Si, el cierre de Egunkaria ha sido considerado como un ataque contra la cultura vasca, el euskera y la libertad de expresión. Por eso hubo una gran movilización tras el cierre. Hoy en día, el diario Berria, del que soy director, ha sustituido a Egunkaria. Como Egunkaria, se trata de un periódico escrito completamente en euskera. Perseguimos la misma ilusión iniciada por Egunkaria, la de publicar un medio en vasco para los vascófonos. Por lo tanto no hay diferencias fundamentales entre Egunkaria y Berria.
– Tras su detención incomunicada, presentó denuncia contra la Guardia Civil española por trato degradante y torturas. ¿Qué curso legal lleva este tema?
– Lo mismo que a los otros miembros de la dirección de Egunkaria, la Guardia Civil española utilizó durante los interrogatorios métodos humillantes y violentos que pueden calificarse de torturas. Así lo denunciamos pero las denuncias nunca fueron investigadas con seriedad y la mayoría han sido archivadas. Mi caso se encuentra en este momento pendiente de ser aceptado por el Tribunal Europeo de los derechos humanos de Estrasburgo.
Mathieu Crettenand, LE GRAND SOIR (Suiza), 20/12/2009