EL CORREO – 25/10/14
· Horas antes de que la Kutxa se transformase en fundación bancaria, dos artefactos explosivos colocados en sendas oficinas de Kutxabank en Vitoria e Igorre dejaban constancia de que el cambio de forma jurídica no era del gusto de los nostálgicos de la violencia.
La consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, señaló que la Ertzaintza ha abierto una investigación para determinar si los ataques se corresponden con actos de kale borroka, pero también admitió que tiene la impresión de que podrían estar relacionados con la asamblea de la Kutxa. Para el Ejecutivo de Vitoria esa «parece ser la forma» que tienen algunos «de expresar su desacuerdo».
Los dos explosivos eran de fabricación casera y sólo uno de ellos llegó a estallar. Ocurrió a las 4.10 horas de la madrugada de ayer en la sucursal del banco vasco situada en el número 33 de la calle Lehendakari Agirre, en Igorre. Según las investigaciones del Gobierno vasco, el artefacto estaba compuesto por líquido inflamable, al que se le había añadido un cohete pirotécnico y una mecha. La deflagración causó desperfectos en la entrada de la oficina, desencajó la puerta y rompió varios cristales. Sin embargo, no causó daños personales ni afectó a ningún vecino. Tampoco fue necesario el desalojo del inmueble ya que no llegó a incendiarse.
Búsqueda de indicios
Algo más de tres horas después, a las 7.30, un vecino de Vitoria descubrió un objeto que le resultó sospechoso junto a la puerta de una sucursal de Kutxabank en la calle El Cristo del barrio vitoriano de Abetxuko. La Ertzaintza constató que se trataba de un artefacto similar al que había explotado en Igorre pero que, en este caso, había fallado. Tras acordonar la zona lo retiraron para analizarlo y buscar indicios que permitan detener a sus autores.
Tras conocer lo hechos, EH Bildu, la formación que se ha opuesto con más fuerza a la conversión de Kutxa en fundación, difundió un comunicado en el que rechazó los sabotajes. A su juicio, acciones de este tipo complementan «la actuación de quienes están justificando el expolio social que se está cometiendo con la bancarización de la BBK, Vital y Kutxa, además de servir para desviar la atención y ocultar la denuncia de los diferentes colectivos afectados».
Tanto el PP como el PSE-EE condenaron los ataques y los socialistas exigieron a Sortu «una respuesta más contundente que la del rechazo acrítico» a estas agresiones. Kutxabank, por su parte, expresó su «más enérgica condena» y aseguró desconocer la autoría y la finalidad de los atentados. Lo ocurrido ayer se suma a algunos capítulos esporádicos de violencia callejera ocurridos en los últimos meses.
EL CORREO – 25/10/14