Jon Juaristi-ABC
- Será paradójico, pero cuesta echar de menos a los socialistas en los actos sociales
El 28 de abril de 2001, hace veinte años, el movimiento cívico ¡Basta ya! presentó en el Kursaal de San Sebastían su propuesta de pacto constitucionalista entre el Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra y el Partido Popular para las elecciones autonómicas vascas del 13 de mayo de ese año. Más de 2.000 personas, entre las que se contaban los candidatos y dirigentes de ambos partidos, acudieron al acto, al término del cual, Fernando Savater, en medio de una ovación general, alzó las manos de los que encabezaban las listas: Nicolás Redondo Terreros (PSE-EE) y Jaime Mayor Oreja (PP).
El año anterior había sido terrible para ambos partidos, que habían visto caer a muchos de sus cuadros asesinados por ETA, después de que la banda hubiera roto su tregua-trampa declarada en 1998. En 2000 los terroristas habían matado a varios destacados socialistas: Fernando Buesa, José Luis López Lacalle, Juan María Jáuregui, y habían atentado también, hiriéndolo gravemente, contra José Ramón Recalde. Aún después de que ETA hiciera público su pacto secreto con el PNV para crear un frente abertzale contra los partidos ‘españoles’, ni el partido de Arzalluz ni los otros firmantes del Acuerdo de Estella (EA y Ezker Batua-Izquierda Unida, hoy integrados en Bildu) habían roto los vínculos frentistas con ETA y sus esbirros políticos.
El acto del Kursaal, que fue presentado por Maite Pagazaurtundúa y José María Calleja y en el que Mikel Azurmendi expuso la propuesta de ¡Basta ya!, preocupó lo suficiente a Euskal Herritarrok (marca blanca de ETA, cuyo candidato era Arnaldo Otegui) como para hacerle cambiar toda su propaganda electoral, que desde ese momento llamó al voto útil al PNV, o sea, a un voto frentista contra el ‘constitucionalismo’. Venció el Frente de Estella, nunca disuelto desde entonces: su coalición tácita (PNV-EA-EH-Izquierda Unida) sacó 43 escaños frente a los 32 obtenidos por la suma de los del PP y el PSE-EE. El PSOE se apresuró a destituir a Redondo y a sustituirlo al frente de su hijuela vasca por un hasta entonces insignificante Patxi López. Año y medio después, ETA asesinó en Andoain al organizador técnico del acto del Kursaal, el socialista Joseba Pagazaurtundúa.
Mikel Azurmendi murió el pasado 6 de agosto. Hace semana y media, el 28 de octubre, se celebró un acto de homenaje a su memoria en el auditorio de la Fundación Pablo VI de Madrid. No hubo tantos asistentes como los de 2001 en el Kursaal, pero no cabía nadie más. De los que participamos en aquel acto de ¡Basta ya!, estuvimos Fernando Savater y yo, en el escenario, y Jaime Mayor Oreja, Mikel Buesa y Santiago Abascal entre el público. Ningún socialista. Aunque entiendo que no vinieran siquiera los dirigentes del PSE-EE. Seguro que Idoia Mendía estaba muy ocupada preparando en su ‘txoko’ la ya tradicional cena navideña de fraternización con Otegui, que no se pudo celebrar en 2020 por las restricciones.