- Miércoles, 21 abril 2021
Pues Señor, parece que el rompeolas de todas las Españas no era después de todo Madrid, sino su presidenta. Todos cargan contra ella según la unidad de fobias prescrita por Zapatero y que estaba en la base del populismo de Laclau. La presidenta Ayuso habrá llegado a la misma conclusión que el vigía del fuerte ante los indios que se acercan: “deben de ser amigos porque vienen todos juntos”.
Y los indios venían todos juntos y quizá revueltos en un manifiesto titulado ‘Ahora Sí’, y al que cuadra el ‘Nocturno’ de Alberti, tan mala persona como buen poeta: “Las palabras entonces no sirven, son palabras./ Manifiestos, artículos, comentarios, discursos,/ humaredas perdidas, neblinas estampadas./¡Qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,/ qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!”
El manifiesto tiene sorpresas, no ha sido la menor para mí que la primera firmante sea Elvira Lindo, mujer con la que mantuve una relación parecida a la amistad y con la que creía compartir algunas certezas y valores básicos, pero que me confunde al firmar junto a Juan Carlos Monedero, Pilar Bardem y su hijo Carlos, Ana Pardo de Vera, el también podemita Bustinduy, Rosa Regás, Fernando Trueba y otros etcéteras. También me extraña que firme con todos ellos Antonio Muñoz Molina, principalmente por los anacolutos y disparates sintácticos que se reparten profusamente por el texto y que me llevan a la conclusión de que lo habrá firmado sin ver. Son 1.200 caracteres que forman un texto breve pero incomprensible ya desde el título. Si proclaman que ‘ahora sí’, habría que explicar siquiera sea de forma indiciaria por qué esta oportunidad es única y quien les ha quitado a los pobres madrileños los derechos y la dignidad en “los 26 infernales años” en que la derecha y la ultraderecha no han parado de atentar contra ellos, aunque tener sí han tenido oportunidades. Ocho en estos 26 años. En 1995, 99, 2003 (dos veces), en 2007, 11, 15 y 19. Tres veces emplean en tan escaso texto el sintagma ‘izquierda progresista’, que debe de parecerles insuperable al sumar dos sustantivos que ya por separado expresaban superioridad moral.
Si una cuadrilla tan nutrida de todas las expresiones de la izquierda es progresista, ¿hay alguna izquierda que no lo sea?¿habrá alguna derecha que no quiera el progreso de la humanidad? Uno de los firmantes, el cineasta Trueba, decía hace nueve años en Caracas que: “una dictadura no puede ser de izquierdas, por naturaleza es de derechas”. Años antes, en el festival de San Sebastián de 1982 había arrojado un cubo de agua sobre Diego Galán, entonces crítico de El País porque no le había gustado el juicio de Galán sobre su película ‘Mientras el cuerpo aguante’. Cortar en seco el avance del fascismo, dicen. No me explico que Muñoz Molina no se haya plantado ante una prosa tan párvula y tan torpe. Él, firmando junto a Almudena Grandes, a la que propinó un impresionante revolcón dialéctico por hacer chistes sobre la madre Maravillas de Jesús, una de las grandes místicas del siglo XX: “Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta”. Parece un contrato sadomasoquista, añadía Almudena, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?» Muñoz Molina le explicó a esta indocumentada: es la mística, y la destinataria de las palabras, el alma. ¿Qué pueden firmar juntos? Isabel, ¿qué les das que su unidad procuras?