ABC, 9/11/11
El expresidente del Gobierno ha señalado en su entrada en campaña que «España no tiene tiempo para los cien días de cortesía, porque está en bancarrota»
El expresidente del Gobierno José María Aznar ha afirmado hoy que «nunca había visto a un candidato dimitir públicamente en televisión de su condición de candidato para convertirse en intrépido reportero que hace una entrevista a quien considera que va a ser el próximo presidente del Gobierno».
Aznar ha enjuiciado así la participación del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el debate electoral que mantuvo ayer en televisión frente al candidato popular, Mariano Rajoy, al que puso «en el pedestal de la Presidencia del Gobierno» con un espectáculo que nunca se había visto. «He visto muchas cosas en la política dentro y fuera de España pero lo que estoy viendo en esta campaña electoral es una cosa nueva», ha afirmado.
«No puede dimitir de nada hasta el día 21»
El expresidente ha hecho estas declaraciones en León durante un mitin-almuerzo que constituye su primera aparición en campaña electoral y en el que ha estado apoyado por 550 simpatizantes y afiliados del PP, así como por otros cargos relevantes del partido en la provincia leonesa. Para Aznar, «el problema del candidato socialista es que el día 21 no puede dimitir de nada porque, objetivamente, no es nada más que candidato». Ante esto, «la ocurrencia que ha tenido» Rubalcaba es que «como no puede dimitir de nada el 21, no ocupa otra posición nada más que de candidato y ha decidido dimitir antes de lo único que es, candidato», ha añadido el expresidente.
«Entonces ha tomado decisiones pintorescas, subcontrata a terceros su candidatura y su campaña electoral y renuncia y dimite públicamente, ante la televisión, de su condición de candidato para convertirse en intrépido reportero que pregunta y hace una entrevista al que considera que va a ser el próximo presidente del Gobierno. Es un espectáculo ver a un candidato convertido en sagaz e intrépido reportero. No lo había visto nunca», ha completado Aznar.
«Esto es un buen reflejo de una situación electoral que viene a ser el colofón de ocho años que han dañado profundamente a nuestro país, porque nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo», ha afirmado. También ha advertido que «España no tiene tiempo para cien días de cortesía» o para una luna de miel electoral, sino que el PP debe tomar medidas «nada más llegar» al Gobierno el 20-N para sacar al país de la «bancarrota» a la que, según él, lo han llevado los socialistas.
El expresidente ha mantenido que España es un país intervenido económicamente, puesto que «el Banco Central Europeo lleva comprando deuda española desde agosto sin parar porque si no la economía española corría el riesgo de derrumbarse». En este sentido, se ha mostrado sorprendido porque «el todavía presidente del Gobierno, el señor Zapatero, se jacte de que España no ha tenido todavía que pedir ayuda», ante lo que ha añadido que presumir de eso, «cuando se tiene un poco de sensatez y de sentido común, es muy peligroso y muy malo para los intereses de España».
La ruina de los socialistas
«Cada vez que gobiernan los socialistas dejan el país en la ruina», a la que en esta ocasión se suma una «falta de confianza» de la sociedad que «hay que recuperar practicando políticas decididas» como se hizo en 1996, ha añadido. Aznar ha lamentado que España «era un país querido, respetado y admirado, que prácticamente tocaba el cielo del éxito con los dedos» porque «ahora mismo está en un agujero del que hay que organizar la salida», para lo que ha pedido a los ciudadanos «una gran mayoría» de votos que apoye al PP el próximo día 20.
«Yo nunca había vivido en un país bajo intervención, en el que se recibían cartas de instituciones supranacionales diciéndole al Gobierno de España lo que tenía que hacer», ha manifestado Aznar, quien ha anticipado que «esa es la realidad que el PP tendrá ahora que asumir». Para el expresidente, la diferencia entre los dos grandes partidos es que el PP «tiene que preocuparse por tomar las decisiones para sacar a España adelante», mientras que al PSOE «lo único que le interesa ahora es saber quién va a quedar el día 21 para recoger los escombros de la derrota».
ABC, 9/11/11