EL MUNDO – 21/05/16
· Mariano Rajoy sustentará su campaña del 26-J de nuevo en su gestión económica. Sin embargo, si de este argumento depende que le apoye su predecesor en el PP, no le va a resultar fácil.
· José María Aznar reescribió ayer el balance del Gobierno con críticas al nivel de deuda y al descontrol del déficit. Lejos de mostrarse críptico, Aznar se hizo ayer entender con meridiana claridad durante un discurso sobre las tres décadas de la economía española en la UE.
· El Gobierno tardó apenas unas horas en responderle, recordando en qué situación encontró el país Rajoy y cómo lo deja.
Aznar pudo coincidir ayer con quien fue su ministro de Hacienda y ahora lo es con Rajoy. Cristóbal Montoro ofreció en Caixa Fórum la conferencia previa a la del ex presidente, aunque se marchó antes de su llegada. Aznar ha presentado una denuncia ante la Fiscalía por revelación de datos tributarios en la que directamente señala al Ejecutivo como filtrador.
En este ambiente y sólo unos días después de que se haya conocido que la deuda pública supera por primera vez en un siglo el 100% del PIB y que Bruselas estudia multar a España por el incumplimiento del déficit, Aznar hizo una lectura distinta de los logros económicos de Rajoy. El ex presidente aseguró que es necesario «volver a tomar en serio la disciplina y las reformas» y dijo que «relajar la corrección del déficit público es un error».
A cinco semanas de las elecciones, el ex presidente defendió que «cualquier país cuya deuda supera el 100% del PIB se adentra en una espiral de problemas de todo orden de la que es extremadamente difícil salir». Esto, puntualizó, es «difícilmente discutible».
En contra de la lectura del Gobierno y de su promesa de más puestos de trabajo, Aznar señaló que «el déficit público no crea empleos». «Todos los empleos soportados por el déficit y no por reformas se irán con el ciclo económico. Y por supuesto, el déficit se quedará», afirmó después de que la UE se haya visto obligada a conceder una prórroga de un año a España para cumplir con el objetivo del 3% de déficit.
Pero, además de sus reproches al desajuste presupuestario y al elevado endeudamiento, lo más significativo ayer fue su sugerencia de que la recuperación económica obedece a una cuestión puramente cíclica.
Aznar admitió en su discurso que la economía española «está en un buen momento», pero porque el ciclo económico es «favorable» y «está potenciado por fuertes vientos de sobra conocidos». Los objetivos del déficit probablemente se podrán cumplir por el mero incremento de los ingresos cíclicos, indicó.
Este apunte se producía después de que el jueves, en una conversación informal con periodistas, el presidente del Gobierno transmitiera que los 8.000 millones de ajuste que exige Bruselas entre este año y el siguiente podrían proceder de una subida de la recaudación y no de un nuevo recorte del gasto público.
Aznar lo avaló como una hipótesis dentro de su teoría de que la recuperación es meramente coyuntural, no real. O, al menos, no producto de la acción del Gobierno. A continuación relató cómo habría de verdad que hacer las cosas. El ex presidente apostó por la «reducción del gasto público», sin «confiar simplemente en el crecimiento de los ingresos públicos cíclicos». Su receta es que el momento actual es idóneo para poner en marcha el proceso de consolidación fiscal expansiva que se produjo en España durante su mandato, entre 1996 y 2004. «Un proceso de sustitución de gasto público por gasto e inversión privada, que permitió a España elevar significativamente su potencial económico, antes de la parálisis reformista que vino luego». Sería un «error histórico», consideró, «mantener el parón reformista en el que permanecemos desde hace ya demasiado tiempo». «No hacer nada dejaría sin efecto los esfuerzos que sí se han hecho en los últimos años».
Esta última frase fue su única concesión. Su abismal distancia con Rajoy no ha parado de crecer desde que le nombró sucesor. En los últimos tiempos sólo la gestión económica había quedado al margen de sus críticas. Ya no.
En un par de horas el Gobierno respondió a los planteamientos de Aznar. Lo hizo, tras la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, que esgrimió uno de los argumentos más repetidos por Rajoy: ¿quién ha conseguido revertir la situación ruinosa en la que se encontraba el país a finales de 2011?
Se admiten comparaciones, vino a sugerir la número dos del Ejecutivo antes de zambullirse en ellas. «El Gobierno siempre ha estado a favor del cumplimiento del pacto fiscal», afirmó, y por eso en cuatro años se ha rebajado el déficit del 9,3% del PIB, que era el de finales de 2011, al actual 5%. Sólo en 2015 se bajó del 5,8% al 5%, lo que implica una reducción de 8.000 millones de euros.
Santamaría recordó estas cifras señalando que a este esfuerzo hay que sumarle el logro de haber conseguido en paralelo que la economía crezca a un ritmo del 3,2% del PIB y que en el ejercicio 2015 se hayan creado 575.000 puestos de trabajo. «Este año», añadió, «cumpliremos con el 3,7% comprometido con Bruselas. Y será sin hacer más recortes». Bastará, en opinión del Gobierno, con el impulso que surge del crecimiento y las medidas de contención ya aprobadas, que incluyen el acuerdo de no disponibilidad por parte del Estado de hasta 2.000 millones.