EL CONFIDENCIAL 11/10/16
· Los trabajadores tampoco respaldaron a EH Bildu: apenas el 2% de la plantilla acudió a trabajar esos días para permutarlos por otros
La alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, no ha sido la primera en intentar silenciar las fiestas españolas. La decisión de la alcaldesa de la marca de Podemos Guanyem Badalona de ofrecer a la plantilla del ayuntamiento la posibilidad de trabajar el 12 de octubre, Día de la Hispanidad, tiene el precedente de EH Bildu, que intentó en las instituciones vascas convertir en laborables las festividades que consideraba “impuestas”. Pero la coalición ‘abertzale’ se encontró con el arduo trabajo de la Justicia, que la obligó a respetar los días 12 y 25 de octubre (Día del Estatuto), y el 6 de diciembre (Día de la Constitución).
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) desactivó a la coalición ‘abertzale’ en su pretensión de no celebrar las fiestas nacionales en sus dos principales fuentes de poder en Euskadi en la pasada legislatura: la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián. En ambas instituciones, los regidores ‘abertzales’ ofrecían a los funcionarios acudir a su puesto de trabajo los días 12 de octubre y 6 de diciembre y permutarlos por otras jornadas laborables a su elección (el consistorio donostiarra amplió la nómina al 25 de octubre, la festividad de Euskadi establecida por el Gobierno vasco de Patxi López y que fue derogada en 2013 por un acuerdo de PNV y EH Bildu en el Parlamento vasco).
· La alcaldesa de Badalona tiene el precedente de EH Bildu, que intentó convertir en laborales las fiestas “impuestas”
La antigua Batasuna dio carácter legal a esta insumisión, con la que pretendía hacer una exhibición de antiespañolismo desde las administraciones públicas. Sin embargo, el exalcalde de San Sebastián Juan Karlos Izagirre apenas logró movilizar al 2% de los 1.700 trabajadores municipales. Tampoco respaldaron al entonces diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, los 1.900 funcionarios forales, que optaron en su inmensa mayoría por secundar las fiestas españolas y no acudir a sus puestos de trabajo. Para hacer ver que trabajaban como un día normal, los cargos de EH Bildu convocaban ruedas de prensa de apenas calado y luego, una vez lograda la fotografía, por norma general desaparecían de sus despachos.
La Justicia ya cerró la puerta a la ‘insumisión’
El propio funcionariado le dio la espalda a EH Bildu y la Justicia le cerró la puerta a esta insumisión festiva. Los tribunales anularon y dejaron sin efecto los acuerdos adoptados contra las fiestas nacionales, a pesar de que la coalición ‘abertzale’ agotó todas las vías judiciales para rebelarse contra estos días “impuestos”, con el coste que conllevó para las arcas públicas. Las primeras resoluciones y los definitivos fallos del TSJPV dieron la razón a la Abogacía General del Estado, que actuó a instancias del delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, que defendía que la elaboración de un calendario laboral alternativo al oficial era una medida “contraria a derecho”. Hubo una salvedad. El Contencioso Administrativo de San Sebastián dio la razón en primera instancia a la Diputación de Guipúzcoa, al considerar que no había alterado el carácter festivo del 12 de octubre, pero el TSJPV le corrigió posteriormente y revocó la sentencia. También la Justicia actuó contra el Ayuntamiento de Lasarte (Guipúzcoa), que vio anulado su calendario alternativo para 2012, si bien el Gobierno municipal de EH Bildu acató la sentencia y no prolongó la vía judicial.
En todas las resoluciones, la argumentación es similar: las instituciones afectadas no son competentes para modificar las fiestas que marcan el Estado y las comunidades con carácter general, y permitir que se trabaje estos días por otros a elección del implicado. La sentencia definitiva del TSJPV para el caso de San Sebastián, fechada el 21 de enero de 2015, determinó que si el calendario de días festivos en el ámbito nacional “pudiera dejarse al albur u opción de los trabajadores y funcionarios, ningún sentido tendría su aprobación con efectos vinculantes para las administraciones públicas y ciudadanos”. Además, niega esta posibilidad “ni tan siquiera por la vía de la negociación colectiva”, ya que el carácter necesario de la normativa laboral y de la función pública “quedaría desvirtuado” si se abre la posibilidad de convertir días festivos en laborales, “más allá de los supuestos excepcionales”.
Del mismo modo, en el caso de la Diputación de Guipúzcoa, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco estableció en su sentencia del 18 de noviembre de 2014 que, «por supuesto», se altera el carácter festivo del 12 de octubre al contemplar esta festividad como «jornada, digamos mixta, opcionalmente de trabajo o descanso». La resolución acusaba al Ejecutivo foral de “adulterar” la normativa laboral con un “contrafestivo”. Ante el argumento del carácter opcional de la medida, el TSJPV replicó al Gobierno de Garitano que “no tendría ningún sentido el calendario o relación de fiestas laborales si el disfrute del descanso en cualquiera de ellas se dejara a la libre elección de los empleados”. Por ello, determinó que esta institución “infringe manifiestamente las competencias de la Administración del Estado en materia de jornadas de trabajo y descanso”, estando inhabilitada para “hacer laborable un día festivo en ningún caso o situación”. Incluso, dejaba constancia de que «no hay sistema de organización institucional, social o de economía de mercado que resista tamaña disponibilidad».
· Los tribunales cerraron la puerta a las instituciones ‘abertzales’ de dar cobertura legal a la insumisión festiva los días 12 y 25 de octubre y 6 de diciembre
Con estos procedentes judiciales, la alcaldesa de Badalona intenta ahora que el 12 de octubre no tenga arraigo en la ciudad. Para ello, ha copiado la argumentación de EH Bildu para intentar vetar esta festividad en base al supuesto “colonialismo español” en el que está inspirada. Sabater se agarra a la explicación de que en esta jornada se conmemora “el día de la colonización y el racismo”, ya que, según alega, “no hay que olvidar que Franco la utilizó para ensalzar los valores del régimen”. La coalición ‘abertzale’ utilizaba la Fiesta de la Hispanidad para denunciar la “negación de los derechos” de los ciudadanos vascos. Al igual que hizo entonces Urquijo para salvaguardar las fiestas españolas, su homóloga en Cataluña, Llanos de Luna, ha pedido en esta ocasión a la Justicia que actúe contra este intento de sabotear las fiestas españolas y ha pedido que se impida la apertura de las oficinas municipales.
El delegado del Gobierno en Euskadi mantuvo una fuerte pugna en los tribunales con Izaguirre, que fue el cargo de EH Bildu más activo en la cruzada a nivel institucional contra todo lo que ‘oliera a español’. Buscó un golpe de efecto con el acuerdo que ofrecía a la plantilla municipal permutar estos días festivos por otros a su elección, en la que fue una de sus primeras decisiones de calado. Además, el regidor ‘abertzale’ se resistió a acatar las resoluciones judiciales hasta el último pronunciamiento del TSJPV, lo que obligó al ayuntamiento, con sentencia firme, a cerrar sus puertas y respetar las festividades nacionales. Meses después, él cerraría las puertas a su propio partido, al negarse a continuar como portavoz municipal después de perder el poder en las elecciones de 2015, cuando la antigua Batasuna pasó de primera a tercera fuerza en San Sebastián. Entonces, tras este varapalo electoral, se cogió fiesta perpetua en la política tras cuatro años como alcalde para volver a su profesión de médico.