Lo que hubiera sido completamente incomprensible de Rajoy es evitar que Zapatero firmara lo que el PP pedía desde hace cuatro años. Con menos concreción de la que hubieran querido, ciertamente. Pero una rectificación socialista completa sobre ETA. Si la incumplen y vuelven al monte, será el PSOE el que tenga que explicarse.
«Rajoy bajó del monte», editorializó un periódico muy cercano al PSOE sobre su reunión con Zapatero. Lo que da una idea de los destrozos causados en la capacidad analítica de la izquierda por la enloquecida manipulación a la que fue arrastrada por Zapatero en la pasada legislatura. Especialmente en la negociación con ETA.
Zapatero ha pactado el miércoles la política antiterrorista exigida por el PP durante toda la pasada legislatura, o sea, se ha bajado del monte donde se reunía con ETA. Pero quienes entonces le maquillaron sus andanzas no están dispuestos, por supuesto, a negarse ahora a sí mismos. Justamente la semana en que conocemos, de la mano de Rubalcaba, de quien acompañaba a Zapatero en los paseos montañeros con etarras, que ETA ordenó asesinar a Grande Marlaska y secuestrar a un concejal socialista. Cuando ellos estaban en el monte, negociando con ETA, que es el único extremismo que hemos conocido en España en materia antiterrorista. Además del GAL, claro está.
Otra cosa es que Zapatero sea de fiar cuando de ETA se trata, la otra crítica, de signo completamente opuesto, recibida por Rajoy tras sus acuerdos con Zapatero. Es tan de fiar como cuando describe la situación económica. Mejor dicho, algo menos, porque la negociación con ETA no fue tanto una maniobra coyuntural sino una estrategia nacida de su concepción sobre ETA. De su punto de vista ideológico sobre el terrorismo vasco, de su creencia en la legitimidad de la negociación, que es algo más preocupante que su negativa a reconocer la crisis económica.
Pero ése no es el problema de Rajoy. Lo es, en todo caso, del propio Zapatero y de los españoles que estén dispuestos a tolerarle otra mentira más en materia antiterrorista. Lo que hubiera sido completamente incomprensible por parte de Rajoy es evitar que Zapatero firmara lo que el mismo Rajoy y el PP pedían desde hace cuatro años. Con menos concreción de la que hubieran querido, ciertamente. Pero una rectificación socialista completa sobre ETA.
Si la incumplen y vuelven al monte con los Arkaitz Goikoetxea y compañía, será el PSOE el que tenga que explicarse.
Edurne Uriarte, ABC, 26/7/2008