- Que PP más Vox mejoren el número de diputados constitucionalistas del Parlament disuelto es una gran noticia (11 de Vox, más 6 de Ciudadanos, más 3 del PP, sumaban 20 escaños, menos que ahora)
El mero hecho de que esa unión resulte verosímil nos habla de la naturaleza del sanchismo: todos los analistas de urgencia han considerado al PSC capaz de gobernar con el partido supremacista y golpista que tiene al frente un huido investigado por terrorismo y alta traición, presuntos delitos que se sumarían a aquellos por los que fue condenado Junqueras, salvo la sedición que Sánchez quiso borrar del Código Penal.
El tripartito PSC-ERC-Comuns, sin duda la opción preferida por los socialistas permite acariciar un retorno al esquema de Maragall y de Montilla. Un consuelo para los Comuns, que podrían tocar poder pese a su caída. Con todo, peor es la caída de Esquerra. Y ahí es donde se plantean algunas dudas: ¿está dispuesta ERC a intensificar una colaboración con los socialistas que le ha salido tan cara? ¿No preferiría una repetición electoral? Porque el hecho es que el castigo electoral a Aragonés sanciona en realidad la política de alianzas de su partido con el Gobierno Sánchez.
La desaparición de Ciudadanos pone punto final a un memorable proyecto que murió, sin entierro y sin responso, cuando, tras su descalabro en el Congreso, se puso a pactar con la banda de Sánchez: estados de alarma inconstitucionalmente prorrogados, apoyo a la ley Sisí, moción de censura contra un gobierno del que formaba parte (Murcia) e intento de hacer lo propio en Madrid, operación abortada a tiempo por Ayuso.
Los votantes de Ciudadanos que prefieren a Vox ya le dieron sus votos en las anteriores elecciones catalanas. De ahí sus once escaños. Nada de aquel voto fue a parar entonces al PPC. De otro modo no habría bajado de 4 a 3. Solo ahora algunos de los que se fueron a la abstención han optado por el PPC, sin que Vox se haya visto afectado por ese crecimiento. Por cierto: que PP más Vox mejoren el número de diputados constitucionalistas del Parlament disuelto es una gran noticia (11 de Vox, más 6 de Ciudadanos, más 3 del PP, sumaban 20 escaños, menos que ahora). La suma también es mayor que el mejor resultado jamás alcanzado por el PPC: los 19 escaños de Sánchez Camacho. Esto debería invitar a la reflexión en calle Génova: primero, se pongan como se pongan no van a borrar a Vox del mapa; segundo, con dos opciones políticas a mano se suma más que con una.