EL MUNDO – 20/06/16
· Morgan Stanley, Unicredit, Citi, Barclays y Natixis advierten a sus clientes del deterioro económico que sufriría España tras el 26-J si se abandona la lucha contra el déficit y las reformas.
Pesimista visión de España de quienes actúan como referentes para los inversores en el mundo. Al menos cinco bancos internacionales están alertando a sus clientes en los últimos días del deterioro que puede sufrir la economía española tras las elecciones generales del 26-J, e incluso del riesgo de vuelta a la recesión, si Unidos Podemos se impone en las urnas. En sus informes distribuidos a inversores, a los que ha tenido acceso EL MUNDO, previenen de que la fragmentación política del nuevo Parlamento hará muy difícil que España continúe la lucha contra el déficit y emprenda reformas necesarias para revitalizar el crecimiento.
Consideran que uno de los bastiones del bipartidismo, el PSOE, obtendrá malos resultados, y cuestionan la continuidad de Mariano Rajoy al frente del Gobierno si, como apuntan las encuestas, el PP necesita el apoyo de los socialistas y de Ciudadanos para mantenerse en el poder.
Lo que más preocupa a la banca internacional es un fuerte avance de la coalición de Pablo Iglesias y Alberto Garzón. «En el hipotético caso de que Podemos obtenga resultados mejores de lo previsto e incluso alcance el Gobierno puede llevar la economía española a la recesión», aseguran en el banco estadounidense Morgan Stanley, que titula su informe sobre España, de 46 páginas, con la frase: «¿Cambiará algo las elecciones?».
Mañana, coincidiendo con el solsticio de verano, la ciudad china de Yulin celebrará la séptima edición de su controvertido festival de la carne de perro y los lichis, una cita en la que se estima que 10.000 canes serán sacrificados y servidos a los asistentes en las mesas de casas y restaurantes.
Como cada edición, el encuentro no es ajeno a una polémica que ha ido creciendo año tras año. Por una parte, sus partidarios defienden que esta práctica es una expresión del patrimonio cultural de la zona, y argumentan que su consumo no es diferente al que se hace de otros animales como vacas, cerdos o pavos.
Por otro, están los que sostienen que este festival representa un acto de «crueldad» que nada tiene que ver con la tradición alimentaria de la población de ese área. Su postura se ha visto reforzada por las imágenes que circulan de perros siendo golpeados y eviscerados en los mercados de la ciudad, algo que ha provocado la indignación de organizaciones y personas en todo el mundo. Desde diferentes puntos del planeta se han hecho llamamientos a su cancelación, y hace unos días, la Human Society International hizo entrega de 11 millones de firmas de personas que solicitan a las autoridades chinas que prohíban su celebración.
Jill Robinson, fundadora de la ONG hongkonesa Animals Asia, aplaude esta iniciativa, aunque advierte que «Yulin es tan sólo una parte de un problema más grande», el del consumo de perros en diferentes partes del país todo el año. Diferentes organizaciones estiman que en el país asiático se consumen unos 10 millones de perros al año (790.000 toneladas de carne), y que la gran mayoría son animales robados y sacrificados de manera ilegal para luego ser vendidos en restaurantes.
«Nuestras investigaciones apuntan a que la gran mayoría de la carne de perro consumida en China proviene de animales de compañía robados», explicó a este diario. Para ello, bandas organizadas o personas solas van con furgonetas apresando a los canes que pasean por calles y parques, y no dudan en emplea trampas envenenadas para hacerse con ellos. «No sólo incumplen la legislación y cometen actos crueles, sino que introducen carne que no cumplen los estándares de seguridad en la cadena alimentaria», añadió.
Sin embargo, Robinson también quiso dejar patente que cada vez un mayor número de personas en China se opone al consumo de la carne del mejor amigo del hombre. «Aquí, los perros son cada vez más vistos como compañeros, no como alimento. Ha habido un enorme cambio en la percepción de la población sobre estos animales, y cada vez más gente está en contra de su consumo». Hace dos semanas, una encuesta publicada por la televisión pública china CCTV mostraba que el 64% de los encuestados está a favor de que se prohíba la carne de perro.
El hecho de que China sea un país en el que la clase media cada vez tiene más perros como mascotas –unos 127 millones según la Oficina Nacional de Estadísticas–, sumado a las protestas nacionales e internacionales, ha provocado que incluso las autoridades locales se muestren cada vez más reacias a apoyar eventos como el de mañana.
El diario Global Times, altavoz de las ideas más conservadoras del Partido Comunista, afirmaba hace unos días que «comer carne de perro nunca ha sido una tradición popular en China» y que el festival de Yulin es «un caso individual» en donde sus habitantes «tienen que considerar las consecuencias de este controvertido evento».
EL MUNDO – 20/06/16