EL CORREO, 1/10/11
Tras su alianza con Bildu, Aralar ha prohibido a sus antiguos socios la utilización de la marca Nafarroa Bai
La energía vital de Uxue Barkos es inagotable. La lucha diaria contra las secuelas del cáncer de mama que ha padecido no impide a la política navarra volver a lanzarse a la arena electoral con un nuevo proyecto tras la descomposición de Nafarroa Bai, víctima del acuerdo suscrito entre Aralar y Bildu. La hasta el pasado lunes parlamentaria en el Congreso de Diputados y aún concejala en Pamplona, presentó ayer Geroa Bai (Sí al futuro), formación integrada por el PNV, independientes agrupados en la plataforma Zabaltzen y Atarrabia Taldea, grupo que hasta ahora circunscribía su actuación a la localidad de Villava.
La nueva aventura vasquista en el territorio foral concurrirá a los comicios del 20 de noviembre con «un proyecto, un anhelo y una herramienta eficaz para la expresión de una Navarra que no es monocolor», explicó Barkos. El nombre elegido después de que Aralar le prohibiera hacer uso de Nafarroa Bai, pretende trasladar «una vocación de futuro» y «una convicción» para una comunidad «que no puede seguir sometida a los frentismos que tantos réditos electorales dan a los extremos políticos», pero que no «ofrecen respuesta en educación o sanidad», dijo la exparlamentaria, que se siente con posibilidades de que los navarros quieran que vuelva a acudir al hemiciclo de Madrid.
Grupo mixto
«El objetivo claro es recabar los apoyos suficientes de hombres y mujeres de la comunidad foral para llevar al grupo mixto del Congreso de los Diputados la voz de los navarros abertzales y vasquistas, progresistas y de izquierda. Esa voz que durante ocho años (bajo las siglas de Na-Bai) tanto ha tenido que decir, que durante ocho años ha sido eficaz en la respuesta a muchos de los problemas que se han suscitado entre los ciudadanos no militantes y militantes de partido que compartían el proyecto», explicó Barkos.
Atrás queda por tanto Nafarroa Bai. Ha sido un adiós sin acritud, según la política, que, en cambio, no comparte que Aralar, sólo por el mero hecho de haber registrado la marca, no haya autorizado su uso. «Nos pertenecía a todos y deberíamos haber tenido la oportunidad de concurrir con ella», indicó.
EL CORREO, 1/10/11