ABC – 23/07/15
· No invitó al arzobispo ni a los representantes del Ejército, la Policía y la Guardia Civil.
· Elegir el destino «Soy consciente de que igual que yo soy abertzale, la mayoría social navarra no comparte este sentimiento».
La toma de posesión de un presidente del Gobierno autonómico suele ser la ceremonia más trascendente de toda la legislatura. Sin embargo, al contrario que en el resto de los actos institucionales que se han celebrado en los últimos años, en la toma de posesión de la primera presidenta nacionalista del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, hubo ausencias muy sonadas. No asistieron ni el teniente general jefe de la zona de Cataluña, Aragón, La Rioja y Navarra, Ricardo Álvarez Espejo; ni el teniente coronel de la Guardia Civil en Navarra, ni el comisario de la Jefatura de la Policía Nacional de Pamplona, ni el arzobispo de Pamplona, es decir, los representantes de las instituciones no políticas más importantes de la Comunidad foral.
Y no es que rechazaran acudir a la toma de posesión de la presidenta de Navarra, cuya consejera de Interior es una persona propuesta por Bildu. Simplemente no acudieron porque no fueron invitados a la ceremonia. Las invitaciones para el acto las repartieron entre las presidencia del Parlamento, que está en manos de Podemos, y la del Gobierno, que desde ayer reside en Geroa Bai. Y ninguna de las dos instituciones se dignaron a invitar a dichas instituciones.
Eso sí, en su discurso de toma de posesión, Uxue Barkos, resaltó que comenzaba el Gobierno de la participación ciudadana «sin exclusiones».
La ministra Tejerina
Quien sí estuvo presente en la ceremonia fue la representante del Gobierno central. En este caso acudió la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. Pero incluso en esta ocasión se produjo una exclusión ya que lo protocolario es invitar al presidente del Gobierno, y que este si no puede acudir, delegue en un ministro, que suele ser el de Administraciones Públicas. Ayer, la presidenta del Parlamento de Navarra invitó directamente al ministro Montoro, que delegó en Tejerina.
Sin embargo, ni Isabel García Tejerina, ni la delegada del Gobierno, Carmen Alba, ni la presidenta del Gobierno saliente, Yolanda Barcina, aplaudieron cuando Uxue Barkos prometió cumplir las leyes forales y la Constitución. Sólo al final de la ovación que le brindó el resto del público asistente, se levantaron y aplaudieron tímidamente.
Sin mostrar excesiva coherencia respecto a las invitaciones, Uxue Barkos aseguró durante su discurso que el Gobierno central encontrará en el nuevo Ejecutivo foral «unos socios leales», pero al mismo tiempo advirtió que serían «incansables en la negociación por la defensa de los derechos históricos».
Dichos derechos se basan en el euskera y el poder de decisión porque la mayor parte del discurso giró en torno a estos dos conceptos. «Soy consciente de que igual que yo soy abertzale, la mayoría social de Navarra no comparte este sentimiento conmigo», reconoció, pero también dejó claro que es partidaria de que «los navarros elijan su propio destino libremente integrados en Europa».
Nombró a ETA
Al contrario que en el discurso de investidura en el Parlamento autonómico, Uxue Barkos sí mencionó a ETA en esta ocasión. «Rechazamos cualquier tipo de violencia», afirmó, «también la de ETA, por si alguno la echara en falta» en referencia a la crónica de ABC sobre su discurso de investidura en el Parlamento del pasado lunes.
El terrorismo sí que ocupó una parte importante de su discurso de aceptación del cargo. «Estamos obligados a aferrarnos a la paz», aseguró y concluyó el apartado dedicado a la violencia expresando su deseo de que «nunca más una Navarra rota en frentes ni una Navarra que saque partido a la violencia».
ABC – 23/07/15