EL MUNDO 15/05/13
Monago, González, Rudi y Feijóose oponen al déficit a la carta /Hacienda insiste en «tener en cuenta las diferencias de los diferentes»
La dirección del Partido Popular ultima una reunión del presidente del Gobierno con sus barones autonómicos para atemperar su rebelión contra el déficit a la cartadel ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien ayer se reafirmó, por boca de su número dos, Antonio Beteta, en que hay que «tener en cuenta las diferencias de los diferentes».
Rajoy intentará frenar el plante protagonizado ayer por José Antonio Monago (Extremadura), Ignacio González (Madrid), Luisa Fernanda Rudi (Aragón) y Alberto Núñez Feijóo (Galicia), al tiempo que Génova tratará de unir fuerzas para que Cataluña no salga beneficiada en «perjuicio» de las autonomías «cumplidoras».
Ésta es la línea roja que la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, trazó el pasado lunes, el mismo día en que Rajoy pidió a todos los líderes autonómicos «altura de miras» y no tirarse «los trastos a la cabeza».
A falta de confirmación, las fuentes consultadas sitúan esta reunión clave en los primeros días de junio; esto es, después de que, el 29 de mayo, la CE apruebe el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno y oficialice la flexibilización del objetivo de déficit para España en su conjunto –dos años más para cumplir con el 3%–. El cónclave se celebrará, en todo caso, al margen del que los propios consejeros de Hacienda mantendrán en las fechas previas a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que se acordará el muy polémico reparto.
En este escenario de negociación previa, y entre el coro de voces con el que ayer los barones replicaron públicamente a Rajoy, el más beligerante fue el presidente extremeño, José Antonio Monago. Convertido en el abanderado frente a las aspiraciones de Artur Mas, el barón rojo del PP advirtió, lisa y llanamente, que «no permitirá» que se beneficie a Cataluña «a costa de las comunidades que cumplen con los objetivos de déficit».
Además, su vicepresidenta, Cristina Teniente, apeló a «la justicia» para que el nuevo reparto no «penalice» a las comunidades que, como la suya, han hecho un «sacrificio inmenso» de reducción del déficit. Teniente esgrimió que en el primer Consejo de Político Fiscal y Financiera celebrado tras las elecciones autonómicas, en 2011, el Gobierno negó facilidades a las regiones que, como la suya, o Castilla-La Mancha, habían heredado un déficit alto y que, precisamente, rechazó la posibilidad de establecer un objetivo asimétrico para evitar la mala imagen que se podía dar a la UE. La númerodos del Ejecutivo extremeño replicó a Rajoy que actuará efectivamente, «con altura de miras, y seny extremeño, pero siempre dentro de la Constitución», informa David Vigario.
En este sentido, el gabinete extremeño lanzó un zarpazo al de Cataluña: recordó que, en materia de déficit, primero se modificó la Constitución, luego Hacienda advirtió a las autonomías que era obligatorio cumplir, y ahora quiere flexibilizar a quien dice no a la Constitución y también a la propia Hacienda.
Y si Monago es el abanderado, el madrileño Ignacio González exhibió ayer igual firmeza; eso, sí, sin renunciar a la medalla de la solidaridad. «Somos los más solidarios», dijo ayer el presidente del Gobierno de Madrid en RNE, por ser la región que más aporta al Fondo de Solidaridad. Aseguró que no se entendería «que se beneficiase a las comunidades que han incumplido y se perjudicase a las que sí han hecho los deberes». Y, en el mismo tono que Monago, González –que no deja de reclamar a Hacienda, además, 1.000 millones de euros de financiación autonómica– puntualizó sobre el nuevo reparto del déficit anunciado: «Eso no lo vamos a aceptar».
Fiel a su estilo, la popular Luisa Fernanda Rudi se perfiló ayer como una auténtica líder de la resistencia desde su feudo de Aragón. Agazapada en la trinchera a la espera de junio, y especialmente condicionada tanto por su frontera con Cataluña como por los «más de 100 millones de euros» que le regatea el actual modelo de financiación, ayer sólo habló por boca de su consejero de Presidencia. Roberto Bermúdez de Castro ni siquiera dijo conformarse con que el nuevo reparto no perjudique a las regiones que han cumplido con los objetivos, sino que, desoyendo el anuncio de Montoro y del propio Rajoy, devolvió la «línea roja» al momento anterior al último Consejo de Política Fiscal y Financiera: el déficit debe ser «igual para todos», afirmó. «Todos los ciudadanos españoles, vivan donde vivan, son iguales y tienen los mismos derechos», añadió, al tiempo que criticó a la Generalitat: «Mientras algunos nos hemos ajustado, otros siguen gastando en embajadas y otras cosas». Pero en el ranking de los rebeldes, el más lanzado resultó Feijóo. El presidente de la Xunta no se opuso al déficit asimétrico y aceptó abiertamente que Hacienda muestre «generosidad» hacia las autonomías que no cumplen. «Entendemos que las comunidades con mayores dificultades necesitan unas ayudas que otras no precisamos», dijo, de acuerdo con las tesis del Gobierno central.
Sin embargo, puso una condición nueva: «Lógicamente, también discriminación positiva para aquéllas que estamos cumpliendo y que seguimos cumpliendo; y Galicia ha cumplido, está cumpliendo y seguirá cumpliendo».
El lío en el seno del PP está servido. Sobre todo, porque la rebelión de los barones contra el déficit asimétrico no es unánime. Al otro lado, José Ramón Bauzá y Alberto Fabra pujan en su favor, y este último, de hecho, lo defendió abiertamente ayer, en Bruselas. «Yo me comprometo a seguir reduciendo el déficit», afirmó, «para lo cual necesito que se me ayude también, porque el esfuerzo ha sido muy importante, igual que el resto de administraciones». «No tiene sentido que este año se fijen objetivos de déficit por encima de lo que ya se consiguió el año pasado», dijo.
El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, se desmarcó de la batalla de sus colegas por el déficit y puso el foco en la negociación –aún en ciernes– del modelo de financiación. «El hecho de que uno tenga más déficit no significa que tenga más posibilidades. Cuanto más déficit, más deuda, más pago de intereses y menos posibilidades de salir de la crisis», sentenció. «Me preocupa más el sistema de financiación; que a las comunidades que tengan más déficit se les dé más financiación, porque tiene que ser al revés», añadió.
Así las cosas, y tal como reconocía a este diario el vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP, Javier Arenas, «la tarea no es fácil». No obstante, el objetivo de Génova y de la propia reunión ahora comprometida es fijar unos «criterios objetivos» para que, primero, «no se penalice» a los Gobiernos cumplidores y, a la vez, «todos tengan salida».