Basagoiti alberga «esperanzas razonadas de acabar» con la banda

EL CORREO, 11/10/11

El PP vasco congela sus movimientos sobre el fin del terrorismo hasta después del 20-N para evitar obstáculos a la carrera de Rajoy

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, confesó ayer que alberga «esperanzas razonadas para creer que podemos acabar con el terrorismo». En la tribuna Fórum Europa, que reunió en Bilbao a numerosos cargos institucionales y políticos, Basagoiti no dudó en mostrar en público su «convencimiento» ante la eventual proximidad del final de ETA, después de años de haber «imaginado en silencio el deseo de una Euskadi en paz y en libertad». Bajo esa prosa, el líder de los populares del País Vasco reiteró su apuesta por «la derrota» de la banda terrorista y «el triunfo» de la democracia. «Soy optimista», insistió en un momento clave en las relaciones que su formación mantiene con el PSE y el PNV.

LAS FRASES

JOSÉ ANTONIO ARDANZA | EXLEHENDAKARI
«ETA puede disolverse antes del 20-N porque sabe que el PP será más beligerante con ella»
ENRIQUE LÓPEZ
| JUEZ, CANDIDATO DEL PP AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
«Están intentando volver al desafortunado proceso político de 2006»
JOSU ERKOREKA
| PNV
«El camino no está acabado y hay que seguir avanzando hacia la meta»
EDUARDO MADINA
| PSE
«El final de ETA no se podrá entender sin el trabajo de los gobiernos central y vasco»
JUAN LUIS IBARRA
| PRESIDENTE DEL TSJPV
«Es un proceso distinto, la sociedad no aguantaría una marcha atrás»

La «esperanza» en el final de la violencia que parece haberse instalado en las filas del PP vasco es fruto en gran parte del clima de confianza establecido con socialistas y jeltzales. Los populares mantienen una vía directa de comunicación con el PSE, como socio preferente en Euskadi, y han recuperado la fluidez en las relaciones con la formación nacionalista, gracias al renovado clima de entendimiento que han cultivado a dos bandas Basagoiti y su líder nacional, Mariano Rajoy, con el propio Urkullu.

Interesado en aupar al PP vasco a la primera línea, Basagoiti insistió ayer en que las relaciones con el PNV, tanto en Euskadi como en Madrid, son de «absoluta normalidad» entre dos fuerzas que aspiran a ser decisivas. En su discurso, el dirigente popular señaló que los retos pendientes son dos: la salida de la crisis económica y la desaparición definitiva del terrorismo.

Son los dos ejes en las conversaciones entre populares y jeltzales, intensificadas a medida que han crecido las expectativas sobre un posible triunfo electoral del PP el 20-N. Este clima de acercamiento con el PNV en busca de tesis compartidas para garantizar una paz firme cuenta con el apoyo del lehendakari, a pesar de que acaba de acusar a los jeltzales de «venderse» a Rajoy. «Votar al PNV en Euskadi es votar al PP en Madrid», soltó el sábado el secretario general del PSE. Una equiparación «esquizofrénica» para los nacionalistas, que censuran a López por intentar «desembarazarse de la costra» del PP.

Basagoiti vadeó ayer sin apuros este terreno pantanoso de declaraciones al emplazar a PSE y PNV a «dejar de decir tonterías y ponerse de acuerdo para sacar el país adelante». En sus tres años de liderazgo, el dirigente conservador ha logrado una posición inédita en su partido. Está bien situado en tres puntos cardinales: Génova, su sede en Madrid; Sabin Etxea, central de los jeltzales; y el Gobierno de Vitoria que lidera Patxi López.

La confianza de Génova

Basagoiti se ha ganado la confianza de la dirección nacional, después de que Rajoy haya delegado en sus filas vascas, y especialmente en él, la voz cantante en el discurso sobre el final de ETA. Le queda un punto pendiente: el mundo de la izquierda abertzale.

Ayer advirtió de que «las prisas» no son buenas consejeras en la búsqueda del final definitivo de ETA y reclamó «unidad» a los partidos porque eso es lo que «debilita» a la banda. «Lo contrario», dijo, sería «cerrar en falso» el ciclo del terrorismo y, además, daría un espaldarazo a la izquierda abertzale en sus aspiraciones electorales.

Detrás de este planteamiento subyace la tesis de que el PP vasco prefiere congelar cualquier eventual movimiento en el escenario abierto por el posible final de ETA hasta después del 20-N, con el fin de evitar obstáculos a la carrera de Rajoy por La Moncloa. Tras los amagos de «generosidad» deslizados por dirigentes populares si la banda anuncia su disolución, la dirección quiere evitar que un paso en falso en Euskadi pueda ser interpretado como una zancadilla en Madrid por los sectores más duros.

EL CORREO, 11/10/11